Tribunal de Tokio la condena por incumplimiento de contrato
Ser aidoru exige algunos sacrificios en Japón. Por ejemplo, no involucrarse en una relación romántica. Al menos no de manera abierta. Cuando una artista es descubierta saliendo con un chico o se hace público que tiene un novio secreto, usualmente se disculpa por su “falta” y no es raro que sea echada del grupo.
A veces, sin embargo, las cosas pueden llegar más lejos.
El Tribunal de Distrito de Tokio falló hace unos días contra una excantante de 17 años por ir a un hotel con un hombre, revela el sitio RocketNews24.
El hecho ocurrió hace dos años.
En marzo de 2013, la menor firmó un contrato con una agencia para integrar una banda juvenil de seis chicas.
Las aspirantes a aidoru recibieron entrenamiento y debutaron públicamente en julio. Sin embargo, en octubre la banda fue disuelta.
El contrato incluía una cláusula que prohibía a las chicas relacionarse sentimentalmente con personas del sexo opuesto.
Tras unirse a la banda, un fan invitó a la menor (que entonces tenía 15 años) a un hotel y ella aceptó.
Cuando la agencia se enteró de la infracción, entabló una demanda contra la chica por incumplimiento de contrato. Ella se defendió arguyendo que abstenerse de mantener relaciones no era parte esencial de ser aidoru.
Sin embargo, el tribunal de Tokio determinó que «con el fin de asegurar el apoyo financiero de los fans, una cláusula que prohibía las relaciones era necesaria».
Al ser descubierta, la imagen de la chica como aidoru se deterioró, motivo por el cual ella debe asumir una parte de la responsabilidad de la ruptura del grupo, según la justicia.
Así las cosas, el tribunal ordenó a la demandada pagar una indemnización de 650.000 yenes (casi 5.400 dólares) para compensar a la agencia por los gastos en que incurrió en su formación musical (lecciones de baile y música) y su atuendo.
Mantener a las aidoru solteras es importante desde el punto de vista del marketing en Japón –explica RocketNews24–, pues le permite al fan fantasear con la posibilidad de tener una cita con ellas. Algo que casi nunca pasa, claro, pero la soltería de la codiciada artista mantiene viva la quimera del fanático. Si se descubre que la aidoru tiene novio, la ilusión se quiebra. Un fan con el “corazón roto” o “despechado” es probablemente un fan menos.
Además, en la industria musical se valora el trabajo grupal y la dedicación de cada artista a su labor. La imagen es fundamental. “Distraerse” con una relación romántica, en detrimento del bienestar colectivo, está mal visto.
No se han hecho públicos los nombres de la chica ni del grupo. (International Press)
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