Se han reportado más de diez casos
La policía de Joso, la ciudad de Ibaraki que sufrió fuertes inundaciones la semana pasada, ha recibido más de 10 denuncias de robos tras el desbordamiento del río Kinugawa que obligó a mucha gente a abandonar sus casas en busca de refugio.
Aprovechando que las viviendas estaban vacías, gente inescrupulosa entró en ellas para robar, informó Asahi Shimbun. Por ello, algunas víctimas de las inundaciones han optado por quedarse en sus casas para proteger sus bienes.
Un evacuado de 48 años que permaneció alejado de su hogar durante 25 horas descubrió a su regreso que alguien había roto una de sus ventanas para llevarse 10.000 yenes (83 dólares) de su billetera.
A una mujer de 52 años, que vive cerca de la anterior víctima, le rompieron la puerta para llevarse dinero, bolsos, una computadora y un reloj de su fallecido esposo, entre otros objetos. Entre lágrimas, la mujer expresó su dolor por lo ocurrido.
A un hombre de 62 años y su esposa intentaron robarles creyendo probablemente que no había nadie en casa. El primer piso de su casa estaba inundado, pero la pareja dormía en la segunda planta.
Cuando el hombre escuchó un ruido que provenía del primer piso, pensó que eran rescatistas. Linterna en mano, bajó al segundo piso, pero en lugar de bomberos, policías o soldados vio a un extraño con un casco amarillo. El dueño de casa pegó un grito que obligó al fallido ladrón a huir. Abrió algunos muebles, pero no se llevó nada.
En declaraciones a Asahi, el hombre dijo: «Me pregunté cómo él llegó a mi casa con las calles de los alrededores sumergidos en más de un metro de agua. Es imperdonable tratar de robar casas en un momento así».
Otro sexagenario decidió no moverse de su casa, pese al peligro que corría. Se quedó en el segundo piso de su vivienda para impedir que le roben. (International Press)
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