Una sensei de 106 años, una película y un cartero forman parte de emotiva historia
Si reencontrarte con una profesora de escuela querida, una cuya generosidad o enseñanzas te marcaron, después de 20 o 30 años puede ser muy emocionante, imagínate verla nuevamente después de ¡80 años!
El diario Asahi Shimbun, que jugó un papel clave en esta historia, fue testigo del histórico reencuentro.
El lunes 8, Namie Takagi, una anciana de 106 años que reside en Kumamoto, se reencontró con alrededor de 20 exestudiantes a quienes enseñó en una escuela pública en Taiwán hace ocho décadas, cuando la isla estaba ocupada por Japón.
«Me recuerdo de ustedes todos los días, chicos», les dijo Takagi. Sus chicos son hoy octogenarios y nonagenarios.
Por motivos de salud, la exprofesora (que tiene dificultades para caminar) no pudo viajar, así que el reencuentro fue posible gracias a una videoconferencia. Ella estaba en su casa, mientras sus exalumnos se reunieron en el auditorio de su antigua escuela.
«Por favor, visite Taiwán con sus nietos», le dijo uno de ellos. Otro le preguntó cuál era la clave de su longevidad.
Al acabar la videoconferencia, uno de sus antiguos estudiantes, de 90 años, dijo estar feliz de ver a su sensei en buen estado, mientras que otro, de 87 años, confesó que se le hizo difícil hablar en japonés porque no lo hablaba desde hacía 70 años.
Todo nació a raíz de la película taiwanesa «Kano», que se estrenó en Japón a principios de este año.
«Kano» se inspira en la historia real del equipo de béisbol de una escuela que representó a Taiwán en el torneo anual de preparatorias en Hyogo en 1931. Takagi era hincha del equipo taiwanés y los alentó cuando la final fue transmitida por radio.
La película atrajo la atención de los medios en Japón y un periodista de Asahi se contactó con la sensei para que compartiera sus recuerdos sobre el equipo taiwanés.
Taiwán dejó un buen recuerdo en la centenaria japonesa. La entrevista de Asahi reavivó el afecto de la antigua sensei por sus estudiantes y decidió escribirle a uno de ellos.
La carta llegó a una oficina de correos en Taiwán en febrero, pero la dirección ya no existía. Quizá el feliz reencuentro nunca se hubiera materializado de no haber sido por la persistencia de un joven cartero que decidió buscar la dirección actual del exalumno de Takagi. Su esfuerzo rindió frutos y la carta llegó a su destino en marzo.
La carta alcanzó notoriedad pública en Taiwán gracias a los medios, que describieron el hecho como una «emotiva historia casi cinematográfica». Enterados por las noticias, más de 20 exalumnos de Takagi le escribieron cartas de agradecimiento en japonés.
Una de esas cartas recordaba que Takagi le regaló un vestido a una estudiante cuya familia era pobre. Otro alumno dijo que la japonesa había “la profesora más hermosa de la escuela”.
¿Cómo llegó la sensei Takagi a Taiwán? Su familia se mudó a la isla un siglo atrás, cuando su padre, un policía, fue trasladado allí. La familia vivió en Taiwán alrededor de 30 años.
Takagi se licenció como profesora en 1927, y enseñó en primer y segundo grado en la escuela taiwanesa hasta 1939. Por coincidencia (ya parece cosa del destino), la escuela celebra este año su centenario.
Quizá haya pocas cosas más lindas para una maestra que recibir la gratitud de sus antiguos alumnos tanto tiempo después. Cuando terminó la videoconferencia, la sensei dijo: «No me esperaba este final feliz. Soy una profesora muy feliz». Una historia de película. (International Press)
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