El 20 % cree que sus problemas de salud son culpa de la bomba
Han transcurrido 70 años desde los bombardeos atómicos a Japón, pero el miedo a sus efectos aún no se disipa.
El 61 % de los hibakusha (supervivientes de los ataques nucleares) de segunda generación aún sienten preocupación por la exposición a la radiación que sufrieron sus padres, informó Asahi Shimbun.
La encuesta, realizada por una organización con sede en Tokio que agrupa a víctimas de la bomba atómica, fue respondida por 660 hijos de hibakusha de Hiroshima y Nagasaki.
A un 20 % también le preocupa que los efectos de la radiación puedan aparecer en sus hijos y nietos.
Yoshihiro Yagi, investigador de la Universidad de Ehime, explicó que para los supervivientes es difícil lidiar con sus dolencias si no tienen claro cuáles son sus causas.
«El gobierno de Japón tiene que examinar cuidadosamente las condiciones mentales de los hibakusha de segunda generación y proporcionarles algún tipo de atención», declaró a Asahi Shimbun.
¿Cuáles son los principales problemas de salud que tienen los hijos de los supervivientes?
Problemas de presión arterial (12,3 %), cáncer o leucemia (6,5 %) y diabetes (6,2 %).
El 60 % dijo que no sabe si su estado de salud tiene relación con las bombas atómicas.
Sin embargo, un 20 % cree que sus problemas de salud son el resultado de la exposición a la radiación que sufrieron sus padres, pues no encuentra ninguna otra explicación.
Asimismo, dijeron que se sienten más vulnerables a las enfermedades en comparación con la gente que los rodea.
«Muchas víctimas de segunda generación no pueden hablar acerca de sus preocupaciones por miedo a los prejuicios», dijo por su parte Toyoko Tasaki, hija de una hibakusha y lideresa de una organización que agrupa a hijos de supervivientes.
Tasaki destacó el estudio publicado, pues le da voz a las inquietudes de los hibakusha de segunda generación.
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima. 3 días después, arrojó otra sobre Nagasaki. (International Press)