Atulado, una ventana de esperanza para los peruanos en Japón

Equipo de especialistas: Elke Frantzen, Enrique Pérez y Midori Nagaki (foto Atulado)

Equipo de psicólogos atenderá consultas de migrantes en español por teléfono y skype.


 

Equipo de especialistas: Elke Frantzen, Enrique Pérez y Midori Nagaki (foto Atulado)
Equipo de especialistas: Elke Frantzen, Enrique Pérez y Midori Nagaki (foto Atulado)

 

Si comienzas a experimentar malestar físico sin causa aparente, a sentir angustia y que la soledad te asfixia, a no encontrarle sentido a la vida, entonces lo más probable es que necesites un psicólogo. Digamos que tu nivel de japonés es aceptable, al menos para desenvolverte en el trabajo y, en general, en tu vida cotidiana. Pero exteriorizar sentimientos profundos, comunicar intimidades, son cosas que solo puedes hacer en español.


Así pues, necesitas un psicólogo que hable tu idioma. Y si comparte tu bagaje cultural, mejor, porque hace más fluida la comunicación. Es más fácil entenderse con un compatriota.

Atulado, un centro especializado en ayuda psicológica –tanto presencial como virtual– que opera en el Perú desde hace un año y medio, ha decidido ampliar su cobertura a Japón, Estados Unidos y Canadá desde el 1 de agosto para atender a los peruanos que residen en esos países.

¿Cómo funciona el servicio? El interesado debe ingresar al sitio web de Atulado (www.atulado.pe), revisar el staff de psicólogos, elegir uno y hacer la reserva. A continuación, debe hacer un pago (la modalidad de pago, las tarifas y los horarios se especifican en el sitio web) y el especialista seleccionado se comunicará con él.


Cada sesión durará 45 minutos y se realizará vía Skype. El servicio incluirá no solo a los peruanos, sino a toda la comunidad hispanohablante.

 


TRES ESPECIALISTAS PARA JAPÓN

Tres psicólogos estarán a disposición de los migrantes en Japón: Midori Nagaki, Elke Frantzen y Enrique Pérez.

Midori Nagaki, especialista en el área clínico-educativa y en el trabajo con adultos y personas con habilidades diferentes, fue dekasegi durante siete años, así que está familiarizada con la realidad de los peruanos en Japón.

Ella ha sido testigo de primera mano de los problemas que aquejan a la comunidad peruana: frustración, depresión, violencia familiar, desesperanza, angustia, ijime, familias fragmentadas, baja autoestima, crisis de identidad, incertidumbre ante el futuro, etc.

El proyecto es muy bueno para Japón porque va a acercar a las familias y nos vamos a poder acercar a los niños y adolescentes que sufren problemas de bullying por el racismo”, dice Midori.

Es una “ventana de esperanza para toda la gente que lo necesita”, añade.

Hace poco atendió en Lima a una peruana que reside en Japón que sufría de angustia y somatizaba (dolores en la cabeza y el cuerpo, problemas visuales, etc.).

“Hizo todos los exámenes, gastó muchísimo dinero y no era nada. Todo era psicológico. Llegó a consulta dos semanas antes de viajar (de retorno a Japón). Solo pudimos tener dos sesiones. Y me dijo que así como ella, había mucha gente en Japón que no sabe qué tiene y que viene (al Perú) y gasta todo su dinero en médicos y se va igual. Entonces le comenté del proyecto y me dijo que sería excelente y que de haberlo sabido antes no habría gastado tanto dinero”.

Elke Frantzen es especialista en psicoterapia y psicología clínica, así como en el trabajo con niños, adolescentes y adultos. A través de Skype, ella ha tratado a algunos peruanos que viven en Japón y que no sabían a quién recurrir.

“Estamos bastante emocionados con este proyecto. Es bastante bueno para las personas que viven en el extranjero”, dice. Elke, que también ha vivido fuera del Perú, sostiene que cuando una persona no está en su país puede sentirse muy sola y caer en la depresión.

El riesgo puede ser mayor si la sociedad que acoge al migrante es –en términos culturales– completamente distinta de la suya. “Los latinos somos emotivos, expresivos, cariñosos; en otros países no ves eso, cada uno ve por sí mismo”, detalla.

En esos casos, el migrante necesita un consejero y guía. “Mejor si habla tu idioma”, subraya.

Entre latinos nos entendemos más, y más aún entre peruanos. La cultura influye bastante”, asegura.

Enrique Pérez es especialista en terapia racional emotiva, trabajo con jóvenes y adultos, y temas laborales. Ha atendido a peruanos que residen en España y Canadá. En el caso de España, pese a compartir la misma lengua, sus pacientes se sentían más cómodos con él que con los especialistas locales.

Un factor de frustración que Enrique ha advertido en los peruanos migrantes es el descenso laboral y social que acarrea pasar de ser un profesional en el Perú a mano de obra no calificada en el país receptor, a lo que hay que añadir la incertidumbre de no saber hasta cuándo va a durar ese estado de cosas. “Eso desmotiva mucho”, dice. Proporcionarles a sus pacientes las herramientas necesarias para lidiar con la frustración es su trabajo.

“Atulado puede aportar mucho, tanto a la comunidad peruana como a la latina en general”, afirma. (International Press)
Más información en:

• Sitio web: www.atulado.pe
• Teléfono: 51 947 613 543
• Email: informes@atulado.pe

 

 

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