Argentina pierde su segunda final en un año
Gerard Soler / EFE
Chile ganó hoy la primera Copa América de su historia al derrotar a Argentina en los penaltis, después de empatar a cero en los noventa minutos reglamentados y la prórroga, en un choque colosal y de alta intensidad.
El lanzamiento de Alexis Sánchez le dio el triunfo a la Roja después de que Gonzalo Higuaín y Éver Banega fallaran sus tiros desde los once metros.
Chile se coronó en su casa frente a miles de hinchas enfervorizados y puso fin a una sequía de títulos que se alargó por casi un siglo en el torneo de selecciones más antiguo del mundo.
La final fue un choque de titanes, un duelo intenso y de mucho trajín, con más músculo y fuerza que buen fútbol.
Con dos equipos acostumbrados a mimar el balón, una de las grandes dudas era ver quién se hacía con el control de la posesión, y Chile se impuso en esa faceta desde el comienzo.
Argentina ejerció una presión alta para dificultar la salida del rival, pero la estrategia de Jorge Sampaoli, que atrasó a Marcelo Díaz a la posición de líbero, dio buen resultado y Chile movió el cuero con fluidez desde la zona defensiva.
En la medular, Charles Aránguiz y Jorge Valdivia encontraron espacios para poner buenos pases a los delanteros y la Roja se acercó con peligro.
En el minuto once, Arturo Vidal cazó un rechace en el área y Sergio Romero respondió con una buena estirada para evitar el primer tanto chileno.
Por el lado argentino, Lionel Messi probó varias internadas al área pero se encontró con una zaga muy cerrada y Ángel Di María generó peligro con algún eslalon por la banda izquierda hasta que a la media hora sufrió una lesión muscular y fue sustituido por Ezequiel Lavezzi.
Sergio Agüero, el delantero más escurridizo y correoso de la albiceleste en la primera mitad, remató de cabeza a bocajarro ante Claudio Bravo, pero el portero del Barcelona repelió el tiro a saque de esquina.
Con el paso de los minutos Argentina ganó terreno y Chile echó de menos el protagonismo de Alexis Sánchez, ofuscado y errático en el regate, con más garra que acierto.
En el tiempo añadido Javier Pastore puso un buen balón a Lavezzi, que remató solo desde el punto de penalti pero muy centrado, y Bravo despejó sin problemas.
Chile amplió su dominio al inicio de la segunda mitad ante un conjunto argentino bloqueado, incapaz de recuperar el balón e hilvanar jugadas colectivas.
A falta de buen juego, Argentina se empeñó en buscar el gol en saques de esquina, sin demasiado éxito.
Lucas Biglia y Javier Mascherano tuvieron muchos problemas para poner orden en el centro del campo argentino, y Messi tuvo poca movilidad y poca incidencia en el juego de su equipo.
Espoleado por su público, Chile dio un paso al frente e inició un asedio a la portería argentina. A ocho minutos del final, Alexis probó una volea que salió fuera por poco.
En la última jugada antes del fin del tiempo reglamentario, a Higuaín le faltó un palmo para marcar tras un rápido contraataque comandado por Messi y Lavezzi, pero la final se fue a la prórroga con empate a cero en el marcador.
Ambos equipos acusaron el cansancio en la prórroga y prefirieron evitar errores y no correr riesgos, aunque una pifia de Mascherano casi termina con un gol de Alexis en el minuto quince del alargue.
En la tanda de penaltis, Alexis decidió el partido con un tiro suave y elegante que le dio el triunfo a la Roja después que Higuaín mandara su lanzamiento a las gradas y que Bravo atajara el de Banega.