Pastillas parecían escondidas intencionalmente
Julie Hamp, la ejecutiva estadounidense de Toyota que fue arrestada la semana pasada por introducir ilegalmente un medicamento (oxicodona) en Japón, alega que no sabía que lo que hizo violaba la ley antidrogas japonesa.
Sin embargo, las 57 tabletas de oxicodona estaban colocadas dentro de un paquete como si la intención hubiera sido esconderlas. Por ello, la policía de Tokio sospecha que Hamp sabía que era ilegal importar el analgésico, según Mainichi Shimbun.
La ejecutiva de Toyota declaró a la policía que le pidió a su padre que le enviara las pastillas para mitigar un dolor de rodillas.
De acuerdo con la Ley de Control de Drogas japonesa, una persona puede llevar oxicodona a Japón si lo hace personalmente y a través de procedimientos legítimos. En el caso de Hamp, las tabletas fueron enviadas mediante un servicio internacional de entrega de paquetes.
La etiqueta en el paquete enviado a Hamp declaraba que contenía un collar. En su interior se hallaron un collar y un dije.
En una bolsa de papel estaban el collar y cinco pastillas. En un estuche de plástico, el dije, y debajo de él, separados por un pedazo de cartón, 13 pastillas.
Las 39 pastillas restantes estaban al fondo de la caja, debajo de una lámina de plástico.
La manera en que estaban dispuestas las píldoras parece sugerir que hubo intención de ocultarlas o disimularlas.
Sin embargo, Hamp figuraba en el paquete como destinaria. No existe evidencia de que ella haya intentado borrar su nombre u ocultarse. Además, no tiene antecedentes. El caso sigue investigándose. (International Press)