Ventajas y desventajas de despertarse temprano, según una periodista estadounidense
La periodista estadounidense Eleanor Warnock se mudó hace casi cuatro años a Tokio. Como toda persona que se muda, sobre todo a una realidad tan distinta, esperaba que las cosas fuesen difíciles.
Sin embargo, dice Warnock en un artículo que publica en Japan Real Time, el mayor desafío provino de donde menos lo esperaba: ella se despierta temprano, pero Tokio no es una ciudad madrugadora.
El gimnasio que está cerca de su casa no abre hasta las 7 a. m. de lunes a viernes y las 9 a. m. los fines de semana, mientras que el supermercado más cercano abre a las 9:30 a. m. “Olvídate de hacer algo productivo antes de ir a la oficina”, escribe.
¿Un café mañanero? ¿Starbucks? Los cerca de 300 Starbucks que hay en el área metropolitana de Tokio abren poco antes de las 7:30 a. m. (en Washington, donde la periodista vivía antes, atienden desde las 5:30 a. m.). Sí, la mayoría de tiendas de conveniencia en Japón sirven café las 24 horas del día y este no es malo, pero no suele haber lugares para sentarse y relajarse, dice la reportera.
El problema es que la gente en Tokio se queda despierta hasta muy tarde. A menudo hacen horas extra y después del trabajo se van a beber.
Los japoneses, en promedio, se acuestan a las 12:49 a. m., según un desarrollador de aplicaciones para smartphones (a las 12:03 a. m. a nivel mundial).
James Kay, un británico que lleva 14 años viviendo en Tokio, donde trabaja en la industria de videojuegos, opina que la capital japonesa parece anteponer la juerga nocturna a la productividad mañanera.
Kimberly Wysong, una estadounidense vinculada al ámbito de la tecnología, estaba acostumbrada a despertarse a las 5 de la mañana en su país e irse a un café a las 5:30. Su madrugadora rutina enfrenta obstáculos en Tokio. Una vez quiso ir a una tienda de ropa en Ginza antes de una reunión que tenía a las 10 a. m., pero el local estaba cerrado.
Sin embargo, ser madrugador en la capital nipona tiene sus ventajas. El estadounidense Mark Williams vive en Chiba y se despierta a las 4:30 a. m. para ir a su trabajo en Tokio. ¿Cuál es su ventaja? Que el tren en el que va está vacío y puede ir sentado todo el trayecto.
Los trenes en Tokio están abarrotados entre las 8 y 9 de la mañana. Tan llenos que en la estaciones se pide a la gente que evite subirse a los trenes en ese lapso.
¿Otro beneficio de madrugar en Tokio? Kimberly Wysong disfruta caminar por las calles vacías con su perro o correr alrededor del Palacio Imperial. (International Press)