Compañías españolas cuentan con importantes ventajas en energías renovables o medicina
El Gobierno japonés ha animado a las empresas españolas a que inviertan en sectores como las energías renovables, las infraestructuras y las ventas minoristas, en un contexto donde Japón prevé que la inversión extranjera directa acumulada se sitúe en 270.000 millones de euros para el año 2020.
Estos datos han sido difundidos recientemente por la Organización Gubernamental Japonesa de Comercio Exterior (JETRO, por sus siglas en inglés), durante una jornada sobre la situación económica y las oportunidades de negocio en el país organizada por Casa Asia.
El embajador japonés en España, Kazuhiko Koshikawa, ha afirmado que las compañías españolas cuentan con importantes ventajas «en áreas de vital importancia para el crecimiento de Japón» como son las energías renovables, la medicina o las infraestructuras, al mismo tiempo que ha hecho hincapié en que «la clave está en la innovación».
Por su parte, el director general de JETRO en España, Kentaro Naruse, ha destacado la mejor coyuntura para aquellas empresas interesadas en invertir en el sector de las energías renovables, en especial en el campo de la electricidad solar y eólica con el denominado «feed-in-tariff».
Se trata de un sistema de ayudas económicas, introducido después del accidente de Fukushima, que obliga a comprar toda la electricidad producida en el país mediante renovables a un precio garantizado.
Asimismo, Naruse ha señalado la necesidad de «infraestructuras adecuadas y en buenas condiciones» de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 y ha subrayado que desde el Gobierno nipón, se está llevando a cabo «un esfuerzo» para vincular la inversión con la atracción del turismo.
En relación a las oportunidades en el ámbito de las ventas minoristas, el director general de JETRO en España ha apuntado que se trata de «un mercado sofisticado» donde se venden productos de gama alta y que Japón sirve de «escaparate» a muchas compañías extranjeras «para transmitir la moda al resto de países asiáticos».
También ha puesto el acento en las posibilidades de negocio que el sector de la medicina y los dispositivos médicos ofrecen a las empresas españolas, un mercado que se prevé que vaya a crecer en el futuro «como resultado del proceso de envejecimiento» de la población.
El embajador japonés en España también ha apuntado que la economía nipona se encuentra «en la senda de la recuperación», tras comentar algunas de las medidas del programa de reformas económicas del Gobierno del primer ministro Shinzo Abe, conocido como «Abenomics».
Entre las reformas para fomentar la inversión privada, ha destacado la liberalización de sectores «tradicionalmente protegidos» como es el caso de la agricultura, la sanidad y la energía.
En línea con el embajador nipón, Naruse ha hecho referencia a la medida de reducir el impuesto de sociedades de Japón, uno de los más altos de mundo, que descendió en abril en un 2,4 % y ha anunciado que en el futuro «va a bajar al 20 %».
Naruse ha dicho que España está enfrentando la crisis con «valentía» y que la economía se está recuperando, tras advertir de que hay factores como el cambio de divisa que «han jugado un papel importante».
«Si el consumo interior continúa subiendo podremos ser optimistas», ha concluido.
Ha subrayado el momento de «casi equilibrio» en la balanza comercial entre ambos estados y ha recordado que en 2014 las exportaciones españolas a Japón alcanzaron su «máximo histórico» de 2.630 millones de euros, mientras que las exportaciones japonesas a España sumaron unos 2.650 millones.
En este sentido, ha indicado que el déficit comercial de España con Japón ha disminuido hasta los 20 millones, algo «que parecía impensable hace años», tras afirmar que «con los datos que tenemos de 2014, esperamos alcanzar un nuevo récord».
Entre los productos exportados desde España a Japón destacan el gas natural licuado, los medicamentos, los componentes para la automoción, la carne de cerdo, el vino y el aceite de oliva, y entre los que Japón exporta a España, sobresalen los automóviles, las impresoras, los medicamentos y los equipos de alta tecnología. (EFE)
