Cada semana reciben 607 vuelos procedentes de Corea del Sur
Los principales aeropuertos nipones han reforzado los controles sobre los viajeros procedentes de Corea del Sur para evitar la propagación del brote del síndrome respiratorio de Oriente Medio (SROM) en el país vecino, informó la cadena pública NHK.
El aeropuerto tokiota de Narita, que concentra aproximadamente la mitad del tráfico aéreo internacional de Japón, ha comenzado a repartir información sobre el virus a los pasajeros procedentes del país vecino o de Oriente Medio y a preguntarles para comprobar si sufren algunos de sus síntomas.
A las personas que hayan desarrollado fiebre o tos durante su estancia en las zonas más afectadas por el coronavirus, se les recomienda realizarse las pruebas del virus antes de acudir a un centro médico, según recoge la NHK.
Los pasajeros procedentes de Corea del Sur tendrán que notificar en los aeropuertos contacto con pacientes sospechosos de haber contraído el virus, como parte del protocolo que el Ministerio de Sanidad japonés ha puesto en marcha por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estas medidas también se aplican en el otro aeropuerto de Tokio, el de Haneda, desde donde también hay vuelos diarios a Corea del Sur.
Los aeropuertos nipones reciben cada semana 607 vuelos procedentes de Corea del Sur, según datos recogidos por el diario local Sankei.
Asimismo, un hospital universitario de la localidad de Yonago (oeste de Japón) ha comenzado a organizar sesiones formativas sobre cómo manejar a los pacientes contagiados con el virus, en las que hasta ahora ha participado medio millar de profesionales sanitarios, informó la citada cadena estatal.
Corea del Sur registró su primer caso de coronavirus el pasado 20 de mayo, y desde entonces 165 personas han contraído la enfermedad, de los cuales 23 han fallecido.
Hasta ahora casi todos los contagios han tenido lugar en centros hospitalarios, razón por la que el Gobierno surcoreano sigue defendiendo que el brote es controlable, algo que respalda también la OMS. (EFE)