Didier Leroy fue máximo responsable de la empresa automovilística en Europa
El francés Didier Leroy, recién nombrado primer vicepresidente no japonés de Toyota Motor, explicó que buscará por encima de todo potenciar el crecimiento sostenible de la empresa, en cuyo seno animó a plantear nuevas fórmulas «sin tabúes».
Leroy, hasta ahora máximo responsable de Toyota en Europa, no pudo obviar en una rueda de prensa convocada en la sede de la empresa en Aichi (centro de Japón) el que su nombramiento, ratificado en la víspera por la junta de accionistas, sigue siendo una rareza en Japón.
A excepción de Nissan Motor, que forma desde hace años una alianza con Renault (donde paradójicamente comenzó Leroy su carrera como ingeniero antes de unirse a Toyota en 1998), ninguna compañía del motor nipón ha contado hasta ahora con un solo cargo de la junta directiva que no hubiera nacido en el archipiélago.
El ejecutivo francés, de 57 años, instó a desafiar el modelo actual de Toyota «sin tabúes» sin perder al mismo tiempo de vista lo que han sido los «pilares clave» de la empresa.
«Cuando Akio Toyoda me propuso para el puesto me puso solo una condición. Me dijo: «No cambies»», explicó Leroy para a continuación sacar de su bolsillo un decálogo plastificado que dijo llevar siempre encima y del que destacó dos normas: «haz lo que sea mejor para la empresa, no para tu jefe» y «sé apasionado y genera pasión».
La empresa ha querido dar un giro de cara a diversificar su equipo gestor con el reciente nombramiento del francés y de la estadounidense Julie Hamp como directora de comunicación, lo que la convierte en la primera mujer directiva de la matriz.
Por lo pronto, Leroy defendió una estrategia «de crecimiento sostenible» que logre convertir a Toyota en una «verdadera empresa global, que es aquella que puede anticipar las tendencias de un mercado, anticipar cuál será el futuro de la movilidad».
En ese sentido, Leroy viene avalado por su gestión en Europa, donde Toyota ha logrado bajo su mando encadenar varios ejercicios de crecimiento sostenido en un marco de enorme competitividad y golpeado por la crisis de deuda. (EFE)