Gobierno y TEPCO mantienen plan de desmantelar la planta en un plazo de entre 30 y 40 años
El Gobierno nipón y la operadora de la accidentada central de Fukushima han decidido retrasar la retirada de combustible nuclear fundido del interior de los reactores entre dos y tres años, según recogen hoy los medios nipones.
Se trata de una nueva revisión del plan inicial de desmantelamiento de la central debido a la complejidad técnica de este procedimiento, y que contemplaba que la retirada de las barras de uranio fundidas en los reactores 1, 2 y 3 comenzara entre este año y 2017.
La hoja de ruta preveía que la retirada del combustible nuclear del reactor 3 empezara hacia mediados de este año, pero el proceso ha sido retrasado hasta 2017, señalaron fuentes del Gobierno a la agencia local Kyodo.
Asimismo, la retirada de las barras de uranio de los reactores 1 y 2 de la planta comenzará en 2020, tres años después de lo inicialmente previsto, según las mismas fuentes.
El motivo del retraso sería dar prioridad a la seguridad de las instalaciones nucleares y de sus trabajadores antes que a la duración del proceso de desmantelamiento, con el objetivo de evitar accidentes y problemas técnicos como los que se produjeron el último año.
Pese al retraso, el Gobierno y la operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO) mantienen el objetivo de terminar con el proceso de desmantelamiento en un plazo de entre 30 y 40 años tras el accidente nuclear.
El Ejecutivo tiene previsto tratar los nuevos cambios en la hoja de ruta para el desmantelamiento de la planta durante la reunión del Gabinete que se celebrará el próximo viernes.
Los reactores 1, 2 y 3 quedaron sin refrigeración tras ser golpeados por el tsunami que provocó el seísmo de marzo de 2011, por lo que las barras de combustible en su interior sufrieron fusiones parciales.
Para el delicado procedimiento de retirar este combustible, la operadora de la planta, TEPCO y el Gobierno nipón pretenden llenar los tres reactores dañados de agua y retirar el combustible del interior operando grúas por control remoto.
El pasado noviembre, la operadora completó la retirada de las barras de combustible gastado del otro reactor de la planta, el número 4, el único que no se encontraba en funcionamiento cuando tuvieron lugar el terremoto y tsunami de marzo de 2011.
El año pasado, el Ejecutivo y TEPCO ya contemplaban posponer el proceso del desmantelamiento del reactor 1, debido al retraso de la retirada la cubierta de poliéster que rodea al edificio y al temor de que esta operación pudiera esparcir polvo radiactivo por los alrededores.
El accidente en Fukushima ha sido el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, y sus emisiones y vertidos radiactivos aún mantienen evacuadas a decenas de miles de personas que vivían en torno a la central y han afectado gravemente a la agricultura, la pesca y la ganadería local. (EFE)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.