Pese al escándalo de corrupción, el presidente de la FIFA buscará un quinto mandato
Isabel Saco/EFE
Sumergida en sendos escándalos de corrupción, la FIFA inauguró este jueves su Congreso anual con una alocución de su presidente, Joseph Blatter, quien intentó alejar de él la responsabilidad y dio a entender que si mañana es elegido para un quinto mandato ayudará a enderezar la maltrecha organización.
«Sé que mucha gente me tiene por responsable de las acciones y de la reputación de la comunidad global del fútbol, sea la decisión sobre la sede de un Mundial o un escándalo de corrupción», dijo en un esperado, aunque muy breve discurso.
Pero agregó: «nosotros, o yo, no podemos vigilar a cada uno todo el tiempo. Si la gente quiere hacer algo malo, también intentarán esconderlo».
La subida de Blatter al podio fue precedida de bailes y una presentación musical que parecían pensados para rebajar la tensión que desde ayer vive el mundo del fútbol y, especialmente, la cúpula de la FIFA, que tiene a dos de sus vicepresidentes detenidos en Suiza.
El presidente de la UEFA, Michel Platini, dijo horas antes a la prensa que había pedido personalmente al presidente de la FIFA renunciar a su candidatura, pero que éste le dijo que no podía hacerlo a un día de la elección.
Platini no ha sido el único en pedirle que dé un paso al costado. También lo han hecho medios de comunicación de prestigio mundial, el primer ministro británico David Cameron y corporaciones que auspician a la FIFA, que no han ocultado su malestar por este cúmulo de escándalos.
Sin embargo, el suizo mostró estar preparado para desafiar a quienes se le oponen y a esperar que sean los votos de las asociaciones nacionales de fútbol (209, en total) las que decidan si otro merece más el puesto que él.
Al contrario, Blatter mencionó en su discurso que le «corresponde (la responsabilidad de) la reputación y el bienestar de la organización y de encontrar maneras de arreglar las cosas».
De esta manera, el máximo responsable de la FIFA dio a entender que él puede encontrar la solución a la mayor crisis que ha atravesado la institución deportiva que tiene como misión velar por la promoción y los valores que el fútbol debería transmitir.
La Justicia estadounidense ha oficializado graves cargos de corrupción contra nueve altos responsables de la FIFA.
A ellos se les acusa de haber aceptado coimas a cambio de conceder a ciertas empresas los derechos de transmisión, publicidad y el auspicio de eventos futbolísticos en Estados Unidos y América Latina.
El mismo día en que todo esto se supo, el Ministerio Público de Suiza informó de la apertura de una investigación penal sobre la atribución de las sedes para los Mundiales de 2018 en Rusia y de 2022 en Catar.
Blatter enfrenta a europeos y a EEUU, que no le quieren ver más a la cabeza de la FIFA, con el apoyo de la mayoría de asociaciones del resto del mundo, de África, de Asia y de América Latina, que le han apoyado incondicionalmente durante años, así como de Rusia, que ha salido abiertamente en su defensa.
Por eso, nadie secundó hoy a Platini en una reunión de emergencia que Blatter convocó con los presidentes de las confederaciones de fútbol.
Las especulaciones sobre un probable boicot de la UEFA a la elección de mañana quedaron descartadas por simple matemáticas: el estatuto de la FIFA indica que el quórum para la elección del presidente es de dos tercios de miembros (139), los que pueden reunirse perfectamente sin los europeos.
El príncipe jordano y vicepresidente de la FIFA, Alí bin al Husein, será mañana la única alternativa en la elección y, a pesar de la magnitud de los escándalos, nadie pondría las manos al fuego de que será capaz de vencer a Blatter, quien dirige la organización desde hace 17 años.
Si ninguno de los dos candidatos logra los 139 votos se procederá a una segunda vuelta en la que ganará el que obtenga mayoría simple.
Como dijo este jueves el propio Blatter, los hechos denunciados el miércoles «han llenado de vergüenza y humillación al fútbol», pero para la UEFA -que reúne a las ligas de fútbol más lucrativas y con los jugadores más famosos del mundo-, el suizo es parte del problema y no de la solución.
Si mañana éste vence, se cree que algunas asociaciones podrían considerar su retiro de la FIFA y, en este sentido, Platini ha dicho que incluso la federación que preside pondrá a consideración de sus miembros su retiro en bloque.