Restos fueron encontrados en un supermercado en Tokio
Odiaba a su fallecida esposa y se deshizo de sus cenizas arrojándolas por el inodoro en un supermercado en Tokio.
El responsable, un hombre de 68 años, se entregó a la policía y confesó que echó los restos de su excónyuge en el baño después de que fuese cremada el mes pasado, según AFP.
La policía tenía conocimiento del caso porque había sido informada del hallazgo de las cenizas y de fragmentos de hueso en el supermercado tokiota, pero recién descubrió su origen cuando el anciano se entregó.
El hombre sería acusado de abandono de cuerpo humano, pues las cenizas solo pueden diseminarse en lugares aprobados.
El sujeto declaró a la policía que había tenido un matrimonio infeliz y que odiaba cada vez más a su esposa.
“La vida era un sufrimiento antes de que ella muriera”, dijo. La mujer murió a los 64 años por una enfermedad. (International Press)