El número de empresas japonesas que conservan a sus empleados mayores de 65 años está en aumento, con el fin de aprovechar su rica experiencia laboral y su amplia red de contactos personales.
Por ejemplo, la compañía Daiwa House Industry ha adoptado este mes un nuevo sistema que permite que sus empleados continúen trabajando sin límite de edad. Aquellos que tienen 65 años o más podrán acogerse a contratos de medio tiempo, trabajando cuatro días a la semana con un salario fijo mensual de 200.000 yenes (casi 1.700 dólares) y unas bonificaciones (alrededor de la mitad de lo que perciben los empleados regulares). De los cerca de 30 empleados que alcanzaron la edad de jubilación en marzo, la compañía mantiene a nueve.
Por su parte, la empresa de maquinarias y herramientas Trusco Nakayama ha elevado este mes la edad de jubilación de 63 a 65 años, y la edad límite para un periodo extendido de empleo tras la jubilación de 65 a 70 años.
Mientras tanto, la agencia inmobiliaria Tokyu Livable implantó hace exactamente un año un sistema mediante el cual los empleados en edad de jubilación que cumplen con ciertos requisitos son contratados para trabajar por un máximo de cinco años hasta los 70 años.
Además, muchas pequeñas empresas también están optando por contratar a nuevos empleados de la tercera edad, aunque en este caso se debe a que no pueden reclutar a gente joven, que prefieren trabajar en compañías grandes. (International Press)