Temor a la radiación o escasez de trabajo los desalientan
Cada vez menos evacuados por el accidente nuclear de Fukushima (Japón) desean retornar a sus hogares en la zona afectada por la catástrofe pese a las labores de descontaminación realizadas, según datos de una encuesta proporcionados a Efe por la Universidad de Fukushima.
Las razones responden a un cúmulo de factores entre los que se cuentan el temor a la radiación, la falta de infraestructura en la región o a la escasez de oportunidades laborales.
El sondeo ha sido realizado entre agosto y diciembre de 2014 por la Agencia de Reconstrucción nipona, el centro educativo y los gobiernos locales de ocho localidades de la prefectura de Fukushima, que suman unos 68.000 habitantes.
El Gobierno nipón ordenó evacuar total o parcialmente estos ocho municipios, situados a distancias de hasta 30 kilómetros de la central nuclear, tras el estallido de la crisis provocada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011.
Según muestran los datos, con respecto a octubre de 2011 solo los residentes de dos -Hirono y Kawauchi- de los ocho municipios muestran una mayor voluntad de retornar.
En el resto (Namie, Futaba, Okuma, Naraha, Tomioka y Katsurao) la proporción de vecinos que muestra deseos de regresar se ha reducido con respecto a 2011, al tiempo que ha aumentado el volumen de aquellos que responden que no desean volver al municipio.
Las dos que despiertan menores deseos de retorno son precisamente los que acogen la central dañada, Okuma y Futaba.
En la primera localidad, la que tiene el centro urbano más cercano a la planta, el 57,9 por ciento de los vecinos encuestados dijo no tener intención de volver (frente al 32,1 por ciento que manifestó lo mismo en 2011) mientras que solo el 13,3 afirmó que quiere regresar (frente al 36,9 por ciento de 2011).
El profesor de Concienciación sobre Desastres Naturales de la Universidad de Fukushima, Satoru Mimura, explicó a Efe que esta tendencia entre los evacuados no responde solo a un motivo en concreto si no a una combinación de varios factores como los anteriormente mencionados.
También menciona otros como el de que «muchos llevan ya cuatro años viviendo en zonas más bien urbanas y se han acostumbrado a un estilo de vida en el que cuentan con ciertas comodidades que no tenían en sus localidades de origen».
A esto hay que sumar el que la mayor parte de las localidades cuentan con muchos menos servicios e infraestructuras que antes del tsunami, tal y como reflejan los sondeos.
«En cualquier caso, el hecho de que sean varios los motivos que tienen para no volver hace precisamente más difícil para el Gobierno encontrar medidas efectivas para animar a la gente a que regrese a sus localidades de origen», concluye. (EFE)