Estafadores se hacen pasar por familiares en apuros
Las víctimas de los casos especiales de fraude en Japón perdieron 55.900 millones de yenes (473 millones de dólares) en 2014, 7.000 millones de yenes (59 millones de dólares) más que en 2013, una cifra récord por tercer año seguido, según información de la Agencia Nacional de Policía divulgada por Yomiuri Shimbun.
La modalidad de estafa más extendida fue el “Ore ore” (“Soy yo, soy yo”), a través del cual los estafadores llaman por teléfono a ancianos y se hacen pasar por parientes (hijos o nietos) en aprietos que necesitan dinero. A veces también fingen ser abogados o policías.
El monto birlado mediante esta modalidad ascendió a 17.500 millones de yenes (148 millones de dólares), un 2 % más que en 2013.
Otras modalidades de fraude: los estafadores consiguen engañar a sus víctimas ofreciéndoles el reembolso de gastos médicos o de otro tipo, o persuadiéndolas de comprar productos financieros que no existen.
En 2014 se registraron 13.371 casos de fraude especial, 1.373 más que en 2013. Alrededor del 80 % de las víctimas fueron ancianos mayores de 65 años.
Un dato adicional: 1.990 personas fueron acusadas de fraude el año pasado en Japón, 216 más que en 2013.
Ante el incremento de las estafas, un oficial de la policía japonesa calificó la situación de “extremadamente grave”. (International Press)