Subida de salarios que se espera en Japón brinda cierto optimismo
La Bolsa de Tokio vivió nuevamente un buen curso a lomos del «Abenomics», la política de reforma económica del primer ministro nipón Shinzo Abe, y lo cerró en su mejor nivel de fin de año desde 1999 con la vista puesta en los 18.000 puntos y nuevos avances en 2015 ante la caída del yen.
Pese a cerrar la última sesión del año con un retroceso, el selectivo Nikkei escaló un 7,11 por ciento acumulado durante 2014 impulsado un año más por la política económica de Abe, basada en el estímulo fiscal y la flexibilización monetaria a gran escala.
La caída del yen frente al dólar (un 14,2 por ciento en 2014) ha sido el principal motor para el parqué tokiota gracias al mejor rendimiento que brinda al sector corporativo nipón una divisa barata.
Tras alcanzar en diciembre su mínimo en siete años con respecto al verde -que tocó entonces la banda alta de los 121 yenes- se prevé que el yen continúe cayendo ante la divergencia en materia de política monetaria que se prevé para Japón y Estados Unidos, donde se esperan ya restricciones para este año.
En el país asiático en cambio, el pronóstico es que el Banco de Japón (BoJ) mantendrá su política ultraflexible activada a instancias de Abe en 2013 e incluso que active un estímulo adicional a lo largo del año de cara a lograr su ansiada meta de acabar con la caída crónica de precios y situar la inflación en el 2 por ciento.
Ante este panorama, en el que se espera que los grandes exportadores nipones sigan incrementando sus beneficios y mejorando su competitividad con la caída de la divisa, la mayoría de analistas locales espera que el índice Nikkei se sitúe entre los 18.000 y los 20.000 enteros para final de 2015.
Los más osados incluso han mencionado las 21.000 unidades, un nivel que aún así todavía queda bien lejos del récord histórico del selectivo (38.915,87 puntos), del que precisamente se cumplieron 25 años en la víspera.
La subida de los salarios que se espera en Japón este año también brinda una porción de optimismo a la plaza tokiota.
No obstante, algunos expertos han apuntado a que una previsible subida de tipos de interés en Estados Unidos el próximo año pueda contribuir a desestabilizar algunos mercados financieros, así como los precios del petróleo y a economías emergentes.
Esto tornaría al yen en una divisa más segura y atraería las compras, apreciando la moneda japonesa.
Otro asunto al que estará atento el parqué, y especialmente los inversores extranjeros, serán los progresos del Gobierno nipón para activar la tercera flecha del «Abenomics», un paquete de reformas estructurales para el mercado laboral o el sector agrícola que se plantean como un reto complicado en Japón. (EFE)
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