Hacía 111 horas extra mensuales
Un caso más de karoshi. Las autoridades laborales de la ciudad de Kanazawa, Ishikawa, determinaron que una profesora de inglés se suicidó en 2011 por una depresión causada por el exceso de trabajo.
De este modo, la familia de la víctima tiene el camino allanado para exigir una compensación por daños y perjuicios, informó Mainichi Shimbun.
El caso de la profesora, que solo tenía 22 años cuando se quitó la vida, no es usual, sostuvo el abogado de la familia, pues ella trabajaba muchas horas extra en su apartamento y eso es difícil de probar.
La mujer ingresó a trabajar a una escuela de inglés de Kanazawa en marzo de 2011. La profesora le contó a una amiga que su jefe le decía que era ineficiente y que la preparación de las clases la abrumaba y le quitaba varias horas de sueño. En junio se suicidó.
La Oficina de Inspección de Normas Laborales de la ciudad japonesa calculó que la mujer hacía 82 horas extra cada mes en su casa preparando las lecciones. Sumadas a las que hacía en la escuela, la cifra total alcanzaba las 111 horas mensuales.
Un representante de la compañía que opera la escuela para la que trabajaba la suicida aseguró que se esforzarán para aligerar la carga de trabajo de sus empleados. (International Press)
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