Unos 30 inmigrantes de distinta nacionalidad mantienen la medida de fuerza en Inmigración de Nagoya.
El parlamentario andino, Alberto Adrianzén Merino, pidió al gobierno del Japón evaluar la libertad condicional para los tres peruanos que se encuentran en huelga de hambre desde el 21 de octubre en el Centro de Detención de Inmigraciones de Nagoya.
“Nuestros compatriotas junto a 27 migrantes irregulares de diferentes nacionalidades iniciaron una huelga de hambre para que las autoridades japonesas les otorguen el karihome, una libertad condicional que les permita ir ante la justicia japonesa para solicitar una visa especial de residencia”, indicó el parlamentario peruano a RPP.
Varios de los detenidos en Inmigración de Nagoya proceden de distintas cárceles de Japón donde cumplieron penas por delitos comunes. Las autoridades locales los presionan para abandonar el país.
Los detenidos, que tienen muchos años en Japón o que llegaron a este país de niños o adolescentes, arguyen haber cumplido sus penas y que tienen derecho a rehacer sus vidas y estar junto a sus hijos y familia.
“El Perú ha acogido siempre muy bien a los migrantes japoneses, en reciprocidad a esa actitud que hemos tenido es que pedimos un trato humano para nuestros connacionales”, dijo Adrianzén.
El político peruano saludó el trabajo de la cónsul adscrita en Nagoya, Claudia Miranda, quien el martes de esta semana se apersonó a Inmigración para comprobar el estado de salud de sus compatriotas y escuchar sus demandas. (International Press)
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