Japón quiere competir con fuerza en el mercado global
La Universidad de Yamanashi, región vitícola por excelencia de Japón, estrenará en 2015 una titulación en ciencias del vino pensada para que personas involucradas en la producción de caldos en el país asiático potencien la exportación del producto.
El programa, que será impartido en el Instituto de Enología y Viticultura de dicha universidad, se centrará en la cosecha de uva y en elaboración de caldos y ofrecerá formación como sumiller y en sistemas legales de distintas partes del mundo relacionados con el vino, su exportación o las denominaciones de origen.
Con este diploma, el centro educativo espera formar profesionales del sector para que el producto regional, que ha empezado a ganar prestigio en los últimos años, pueda empezar a competir con fuerza en los mercados globales.
La titulación, que estará subvencionada por el Ministerio de Educación y se impartirá a partir del próximo abril, está dirigida a personas que lleven al menos dos años cultivando vid o elaborando vino en Japón, según detalló hoy el diario Mainichi.
El número de alumnos se limitará a cinco por cada curso académico, que constará de unas 140 horas lectivas y de labores prácticas y tendrá un coste de unos 100.000 yenes (715 euros/ 920 dólares).
La Universidad de Yamanashi (centro del país) está considerando también la posibilidad de llevar a cabo programas de intercambio de corta duración con la Universidad de Adelaida, una prestigiosa institución en lo referente a investigación vitivinícola.
«La calidad de los caldos japoneses definitivamente ha mejorado a lo largo de los últimos años. La clave es cómo comercializarlo fuera», explicó a Mainichi el profesor Fujitoshi Yanagida, a cargo del programa.
«La comida japonesa es cada vez más popular en el extranjero, y, con conocimientos de sumiller, podemos lanzar vinos para maridar con esas especialidades. Queremos formar a gente que compita en el mercado global», añadió.
La prefectura de Yamanashi, al oeste de Tokio, es el mayor productor de uvas de Japón y cuenta con unas 80 bodegas repartidas por los valles que rodean al mítico Monte Fuji.
Su producto por excelencia es la uva de Koshu, de la misma familia que la Chardonnay o la Sauvignon blanc, con la que se elaboran blancos ligeros que en el último lustro han comenzado a obtener premios y a captar la atención de sumilleres de prestigio. (EFE)