El miércoles se conmemoran 69 años del lanzamiento de la bomba atómica
La campaña «Cartas para Obama» arrancó hoy en la ciudad de Hiroshima con el objetivo de que el presidente de Estados Unidos visite pronto este municipio que resultó devastado por una bomba atómica lanzada por el país norteamericano al término de la II Guerra Mundial.
Los voluntarios que participan en esta iniciativa encabezada por la cadena de televisión local Hiroshima Telecasting comenzarán a recolectar mensajes de ciudadanos y visitantes cerca de la llamada Cúpula de la Bomba Atómica en el Parque de la Paz de la ciudad, donde mañana se conmemoran 69 años de la tragedia.
Lanzada sobre el centro de Hiroshima en la mañana del 6 de agosto de 1945, se estima que la bomba acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas, mientras que, para finales de 1945 se cree los muertos se elevaban ya a unos 140.000 y que las víctimas por la radiación en los años posteriores fueron muchas más.
Cada mensaje que se escriba en la campaña será remitido al presidente estadounidense, Barack Obama, para que visite la ciudad.
«El presidente Obama tiene una gran influencia sobre el mundo. Si transmite un mensaje para abolir las armas nucleares desde un lugar que fue bombardeado, creemos que no es imposible hacer realidad un mundo sin armas atómicas», reza la campaña.
El papel sobre el que se escribe cada mensaje es papel reciclado previamente utilizado para elaborar grullas con la técnica japonesa del origami.
Cada año el Parque de la Paz de la ciudad recibe unos diez millones de grullas de papel de todos los rincones del mundo en honor a Sadako Sazaki, una niña que se convirtió en el símbolo del horror atómico.
Sazaki conmovió al mundo en su intento de lograr hacer 1.000 grullas de papel antes de morir consumida por la leucemia en 1955 -una década después del lanzamiento de la bomba- cuando contaba solo 12 años.
La niña trataba de hacer realidad una leyenda japonesa que asegura que el que haga mil grullas de papel recibirá un deseo por parte de una grulla, animal sagrado en la tradición nipona.
Los responsables de la iniciativa de las cartas insisten en que no se trata de exigir una disculpa o de echar en cara lo ocurrido a Estados Unidos, sino de transmitir un mensaje «proactivo y positivo que diga: ‘Por favor, compruebe cómo se ha reconstruido Hiroshima a día de hoy. Busquemos la manera de construir una paz duradera'». (EFE)