Su propósito era criarla para hacer de ella una mujer ideal
Takeshi Fujiwara, el hombre que secuestró a una niña de 11 años en la prefectura de Okayama la semana pasada, confesó a la policía que su propósito era criarla para convertirla en su futura esposa, informó Mainichi Shimbun.
La niña, Sakura Moriyama, fue secuestrada el lunes 14 mientras retornaba de la escuela a su casa. El sujeto de 49 años la interceptó en el camino y la obligó a subir a su automóvil amenazándola con un cuchillo.
Por fortuna, la policía logró rescatarla el sábado 19.
El hombre vio por primera vez a Sakura en abril de este año y desde entonces anidó en él el deseo de criarla para convertirla en una mujer ideal y casarse con ella después.
Fujiwara planeó todo para llevar a cabo su objetivo. Insonorizó parte de su casa y compró un automóvil para seguir a la niña. El vehículo tenía las ventanas polarizadas y ninguna cámara de seguridad de la zona logró registrarlo el día del secuestro, lo que indica que el sujeto eligió cuidadosamente por dónde transitar para no ser captado.
En octubre del año pasado, mandó insonorizar una habitación en la que –mintió– alojaría a su madre que gritaba mucho en las noches. Además, dio instrucciones para que el cuarto no tuviera ventanas y pudiera cerrarse desde fuera. Lo cierto es que su madre está en una casa para ancianos y él vivía solo.
El pervertido gastó 10 millones de yenes (casi 99.000 dólares) en la remodelación de su casa.
En aquel entonces aún no conocía a Sakura, así que la víctima pudo ser cualquier niña. (ipcdigital)
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