Además, llega 40 minutos tarde al restaurante y se pelea con el chef
Sukiyabashi Jiro es el restaurante de sushi más famoso del mundo. Ahí fue invitado a comer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, cuando aquel visitó Tokio a fines del mes pasado.
Sin embargo, Chuhan Lin, una estudiante china de 23 años, tuvo una mala experiencia en el prestigioso sushi bar que compartió en la red social Weibo, muy popular en China, seguramente con la esperanza de que sus compatriotas se solidarizarían con ella.
(Cabe aclarar que el local en el que comieron los líderes de Japón y EE. UU. queda en Ginza y está a cargo del célebre chef Jiro Ono. La estudiante china acudió a la filial que el sushi bar tiene en Roppongi y que maneja el hijo de Jiro, Takashi).
La cosa empezó mal. Lin y cuatro amigas con las que estaba llegaron 40 minutos tarde (según lo pactado en la reserva) al restaurante y ni siquiera se disculparon, según el sitio web RocketNews24.
La situación empeoró cuando una de las chicas intentó abrir el casillero común del local para tomar su cartera sin permiso del personal, lo que está mal visto considerando que el locker también alberga pertenencias de otros clientes.
Hay más. Y peor. Resulta que dos chicas del grupo de Lin no podían ingerir alimentos crudos, así que decidieron cancelar su orden y pedir sushi cocido.
Irritado y perplejo, el sushi master le preguntó: «¿Sirven sushi cocido en su país? ¡Si no pueden comer alimentos crudos, debería habernos informado cuando hizo la reserva!”. Lin solo atinó a responder que ella había no hecho la reserva.
Enfadada, la estudiante se preguntó luego en Weibo si se habrían atrevido a tratarlas de esa manera si ellas hubieran sido Abe u Obama.
Si Lin estaba esperando que los usuarios compartieran o entendieran su rabia se equivocó de cabo a rabo. Sus compatriotas la criticaron con acritud, e incluso la llamaron “desgracia nacional”.
Ante la avalancha de comentarios negativos, la estudiante retiró su post.
Sin embargo, en un nuevo post volvió a referirse al asunto. Dijo que acudió al restaurante como parte de su trabajo y que no lo había elegido. Admitió, eso sí, que hizo mal al llegar 40 minutos tarde y no pedir disculpas.
Asimismo, adujo que modificaron su orden y pidieron sushi con ingredientes cocinados en un intento por minimizar el desperdicio de alimentos, y que no imaginaba que eso iba a causar tantos problemas.
Tras leer los comentarios negativos que motivó su primer texto sobre el tema, Lin reveló que volvió al restaurante de Ono para disculparse por su comportamiento.
El maestro le explicó que el restaurante prepara los ingredientes de acuerdo con el número de clientes que esperan recibir (y que han hecho reservas, naturalmente) para asegurar que todos disfruten de la comida lo más fresca posible.
Afortunadamente, Ono y Lin limaron asperezas y, según ella, el chef le sonrió y le dijo amablemente que la visitara nuevamente.
Los descargos de Lin (que no eligió el restaurante, que quería minimizar el desperdicio de alimentos, etc.) suenan a excusa. Sin embargo, al menos reconoció su error y pidió disculpas. (ipcdigital)
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