La base de radar se empezará a construir a partir del próximo 19 de abril.
El Ministerio de Defensa nipón firmó hoy un contrato para alquilar un terreno en la isla de Yonaguni (suroeste) en el que levantará una base militar para vigilar los movimientos de China en torno a las disputadas islas Senkaku o Diaoyu en chino.
A cambio de abonar al único municipio de la isla unos 15 millones de yenes al año (unos 106.000 euros), el solar, de unos 210.000 metros cuadrados, albergará de manera permanente a una unidad de vigilancia marítima compuesta por 150 miembros de las Fuerzas de Auto Defensa (ejército) niponas.
Yonaguni, en la prefectura de Okinawa, es la isla más occidental de Japón y se encuentra a unos 150 kilómetros al suroeste de los deshabitados islotes Senkaku y a solo 110 al este de Taiwán.
La base de radar se empezará a construir a partir del próximo 19 de abril y el Ministerio espera poder haber concluido el despliegue de la unidad para 2016.
No obstante, en torno a la mitad de los habitantes de la isla, donde viven unas 1.600 personas, han mostrado públicamente su descontento por la carga que supondrá albergar la nueva base.
Tokio ha reforzado la vigilancia de las actividades aéreas y marítimas del ejército del país vecino en el Mar de China Oriental ante la recrudecida disputa con Pekín por la soberanía de las Senkaku.
El conflicto ha subido de tono después de que en 2012 el Gobierno nipón comprará tres de los islotes de manos de su dueño nipón, a lo que China respondió con la creación el pasado noviembre de una Zona de Defensa de Identificación Aérea (ADIZ) que incluye al disputado archipiélago.
Situadas en el Mar de China Oriental, a unos 150 kilómetros al noreste de Taiwán, las Senkaku tienen en total una superficie de unos siete kilómetros cuadrados y algunos sostienen que podría albergar importantes recursos marinos y energéticos. EFE