Unesco registra documentos de gran valor histórico como el diario de Ana Frank
El término japonés kamikaze (“viento divino”) se ha popularizado tanto que ya es admitido por la Real Academia Española. Tiene cuatro acepciones: 1. Piloto japonés que tripulaba un avión con explosivos con el que se lanzaba contra objetivos, suicidándose, en la Segunda Guerra Mundial. 2. Persona que se juega la vida realizando una acción temeraria. 3. Esa misma acción. 4. Terrorista suicida.
El Registro de la Memoria del Mundo es una iniciativa impulsada por la Unesco que busca preservar el patrimonio documental de alto valor histórico y promover su conocimiento. El diario del Che Guevara, la película estadounidense “El mago de Oz”, el diario de Ana Frank, la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano nacidas de la Revolución Francesa, las obras de Chopin, los documentos sobre la misión Keicho a Europa, etc., han sido registrados por la Unesco por su trascendencia histórica.
¿Qué tienen en común los kamikazes y el Registro de la Memoria del Mundo? Una propuesta del pueblo de Chiran, ubicado en la ciudad de Minamikyushu, prefectura de Kagoshima, que durante la Segunda Guerra Mundial fue una base de los pilotos suicidas.
Chiran aspira a que la Unesco registre como patrimonio de la memoria mundial las cartas que escribieron los kamikazes antes de partir rumbo a la muerte, reveló la NHK.
El Museo de la Paz de Chiran conserva 14.000 escritos (notas de despedida, poemas, etc.) de estos pilotos. 330 de ellos han sido traducidos al inglés, rotulados como “Cartas desde Chiran” y presentados para su inclusión en el Registro de la Memoria del Mundo 2015.
El alcalde de Minamikyushu, Kanpei Shimoide, expresó su deseo de que los textos dejados por los kamikazes incentiven a la gente a reflexionar sobre la paz y el horror de la guerra. (ipcdigital)
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