Gobierno de Abe no logra disipar temores
La ley que endurece las sanciones a quienes filtren secretos en materia de política exterior o defensa, entre otros ámbitos, preocupa a los japoneses pese a los esfuerzos del gobierno de Japón por disipar los temores que genera la controvertida norma.
A cerca del 60 % de los japoneses encuestados por Mainichi Shimbun les preocupa que un ciudadano pueda verse envuelto en secretos de Estado sin saberlo y, por ende, ser duramente castigado.
Por el contrario, el 32 % dice sentirse seguro con respecto a la nueva ley.
Lo que inquieta particularmente a los japoneses es la calificación arbitraria de los denominados “secretos especiales”. Por ello, el 84 % de los sondeados aboga por la creación de un ente independiente, desligado del gobierno, que estipule qué se puede designar como “secretos especiales”. Solo el 8 % cree que tal organismo sería innecesario.
Bajo la controvertida norma, la calificación corre por cuenta de funcionarios del gobierno.
De acuerdo con la ley, los funcionarios que filtren secretos de Estado podrán recibir condenas de hasta diez años de cárcel, mientras que los ciudadanos que sean cómplices podrán ser encarcelados durante cinco años.