Organismo Internacional de la Energía Atómica garantiza seguridad de productos marinos y agrícolas
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alabó el miércoles en Tokio la actitud y la nueva estrategia de autoridades japonesas para cerrar la crisis en la central de Fukushima, aunque advirtió de que «la situación aún es muy compleja».
«Japón y los organismos involucrados han progresado y establecido una estrategia excelente», admitió el español Juan Carlos Lentijo, director del equipo de la OIEA que durante diez días ha revisado la planta y zonas afectadas por el accidente de 2011.
No obstante, Lentijo advirtió de que «la situación aún es muy compleja, y se seguirán presentando problemas difíciles que deben resolverse para asegurar la estabilidad de la planta a largo plazo».
La misión del OIEA, formada por 19 miembros, se centró en analizar los avances en el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima, golpeada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
Es la primera visita de este tipo desde que el Gobierno nipón anunció que se involucraría más en la gestión de la crisis y que invertiría unos 30.000 millones de euros para solventarla después de que el operador de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), informara en verano de varios vertidos radiactivos graves al mar.
El OIEA visitó el interior de la central del 26 al 29 de noviembre, y asesoró en la retirada de combustible del reactor 4, un primer paso clave para desmantelar la planta que «ha comenzado con éxito», según el informe preliminar del equipo.
Con respecto a la posibilidad de que se produzcan emisiones peligrosas durante esta delicada operación, Lentijo aseguró en declaraciones a Efe que TEPCO ha «adoptado todas las precauciones posibles» para concluir esta tarea de manera segura de acuerdo al plan operativo al que tuvo acceso su equipo.
El informe del OIEA indicó también que se deben redoblar los esfuerzos para descontaminar el agua radiactiva que se acumula en la planta y va a parar luego al mar y estudiar opciones para gestionar el líquido, incluida la de arrojar parte del mismo al mar si los niveles contaminantes respetan los niveles que marca la ley.
En cuanto a los niveles de contaminación detectados en el océano Pacífico, Lentijo explicó que los resultados demuestran que los índices altos de radiación se concentran solo en el puerto de la central de Fukushima y que «los niveles se han ido reduciendo de manera dramática desde 2011».
«El programa de Japón de vigilancia marina y de productos agrícolas es muy intenso y extenso por la cantidad de muestras y por la capacidad de medición. Este programa garantiza que todo lo que está en el mercado es seguro a nivel radiológico», afirmó. (EFE)