Tepco hará pruebas por seguridad
La operadora de la central nuclear de Fukushima ha retrasado la primera retirada de combustible atómico gastado de un reactor, prevista para esta semana, para poder efectuar pruebas que garanticen la seguridad de la operación, confirmó hoy a Efe un portavoz de la empresa.
La retirada de estas barras supone para TEPCO un paso importante que abre una nueva etapa en el proceso de desmantelamiento de la central, sacudida por un terremoto y un tsunami en marzo de 2011.
A petición de la Organización para la Seguridad Nuclear, dependiente del Gobierno nipón, Tokyo Electric Power (TEPCO) realizará primero pruebas para retirar las barras usadas de la piscina de combustible gastado -cuyo objetivo es mantener éstas refrigeradas- que hay en el edificio del reactor 4 de la central.
El portavoz de TEPCO explicó a Efe que la empresa retirará a modo de prueba dos de estas barras, lo que implica introducirlas en una cisterna protectora mediante una grúa y transportarlas hasta otra piscina situada en otro edificio a unos 100 metros.
Una vez concluidas las pruebas, la empresa tiene la idea de comenzar la retirada propiamente dicha en algún momento entre los días 11 y 20 de noviembre, explicó el representante de la empresa.
El reactor 4 estaba desactivado cuando el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 golpearon la central y dejaron sin refrigeración las unidades 1 a 3, que sí estaban operativas.
No obstante, la gigantesca ola también dejó sin electricidad la piscina -donde se almacenan 1.331 barras de dióxido de uranio previamente usadas en el reactor y otras 204 sin gastar- lo que provocó una explosión de hidrógeno en el interior del edificio del reactor 4 que afectó gravemente a su estructura.
El objetivo es trasladar estas varas de combustible a otra piscina construida dentro de un edificio más sólido del recinto.
El accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi, el peor desde el de Chernóbil en 1986, mantiene evacuadas a unas 52.000 personas que residían cerca de la planta y ha afectado gravemente a la agricultura, pesca y ganadería local. (EFE)