Estudio de Universidad de Kobe muestra ventajas de transmitir valores
Ser honesto rinde frutos a largo plazo. Al menos eso concluye un estudio llevado a cabo por la Universidad de Kobe, reveló Mainichi Shimbun.
Kazuo Nishimura, profesor de la mencionada universidad, encabezó un equipo que sondeó a 15.949 japoneses de 18 años o más para indagar qué lecciones de vida recibieron de sus padres cuando eran niños y cuánto ganan hoy.
Los ingresos anuales de quienes recordaban que sus papás les habían enseñado a no mentir ascendían en promedio a 4,5 millones de yenes (45.383 dólares aproximadamente), mientras que los sondeados a quienes no les habían dicho que dijeran la verdad cuando eran chichos ganaban alrededor de 4 millones de yenes (40.340 dólares).
Asimismo, aquellos a quienes sus padres les habían aconsejado que fueran amables con los demás, siguieran las reglas y estudiaran con ahínco ganaban entre 150.000 (1.512 dólares) y 290.000 yenes (2.924 dólares) más que quienes no habían recibido tales enseñanzas.
Incluso la brecha se agranda a 860.000 yenes (8.673 dólares) entre las remuneraciones de las personas que aprendieron de chicos los cuatro puntos mencionados (decir la verdad, ser atento con el prójimo, obedecer las normas y estudiar fuerte) y las de quienes no los aprendieron.
Sin embargo, el estudio no detectó diferencias en los ingresos de los japoneses a quienes les enseñaron a dar las gracias y escuchar a sus padres y los de las personas a las que no les dijeron nada al respecto.