Emisor destaca solidez de la demanda doméstica
El Banco de Japón (BOJ) mantuvo las actuales medidas de flexibilización monetaria y reafirmó su evaluación de la economía japonesa que, al igual que anunció el mes pasado, «está empezando a recuperarse moderadamente».
En un comunicado, los nueve miembros de la junta de política monetaria del emisor acordaron por unanimidad mantener la compra de deuda pública y activos de mayor riesgo, iniciada el pasado mes de abril, en el objetivo de duplicar la base monetaria y acabar con la deflación crónica del país.
«El Banco de Japón continuará sus operaciones para incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (entre 465.887 y 543.534 millones de euros)», detalló el BOJ.
En su evaluación del escenario económico, el emisor advirtió de que a pesar de que «las economías extranjeras en su conjunto se están recuperando gradualmente», no se descarta un empeoramiento.
Nuevamente, el BOJ reiteró que por el momento «se mantiene un alto grado de incertidumbre» en torno a los riesgos que afronta el país, entre ellos «el futuro de la crisis de deuda en Europa, el desempeño de las economías emergentes y el ritmo de recuperación en Estados Unidos».
No obstante, consideró que la tercera economía del mundo «se espera se recupere moderadamente asentada en la solidez de la demanda doméstica y la mejora de las economías extrajeras».
En cuanto al objetivo para lograr una inflación sostenida del 2 por ciento en un periodo estimado de dos años, el BOJ remarcó que el actual dato del IPC, que en junio creció un 0,4 % interanual en el primer dato positivo en más de un año, denota que «las expectativas de inflación parecen incrementarse en su conjunto».
En este sentido, el emisor nipón avisó de que «mantendrá su flexibilización monetaria cuantitativa y cualitativa en el objetivo de lograr estabilizar los precios en el 2 por ciento, durante el tiempo que sea necesario».
Con respecto a la situación en el país, la junta del emisor destacó que la inversión de capital «ha dejado de debilitarse y muestra signos positivos, en línea con la mejora de los beneficios empresariales», motivados por la continuada depreciación del yen.
Por su parte, «el consumo privado (que supone cerca del 60 % del PIB del país) se ha mantenido sólido, sustentado en la mejora de la percepción de los consumidores».
Además, según el comunicado, «la inversión pública ha continuado incrementándose», la mejora del sector inmobiliario «se ha hecho evidente» y la producción industrial «se incrementa moderadamente». (EFE)