Solo Okinawa está excluida
La campaña estival para reducir el consumo eléctrico arrancó hoy en Japón, país que mantiene este programa de ahorro dos años después del accidente nuclear de Fukushima, que obligó a detener la mayoría de los reactores atómicos del país.
El plan, que solo excluye a la prefectura de Okinawa, se ha activado de cara al incremento en el uso de aire acondicionado que se produce durante el húmedo y asfixiante verano nipón y durará hasta el 30 de septiembre.
Sin embargo, por primera vez desde el accidente nuclear, el Gobierno evitó establecer objetivos numéricos para el ahorro que se pide a las regiones que reciben suministro de nueve de las diez eléctricas del país, ya que empresas y particulares parecen haberse acostumbrado a consumir de manera más responsable desde entonces.
Esto permite a las eléctricas tener capacidad extra de suministro en caso de que se produzcan incrementos imprevistos en la demanda.
El Gobierno ha solicitado esfuerzos para ahorrar energía entre las 09.00 y las 20.00 horas, de lunes a viernes, con excepción del periodo vacacional que transcurre del 13 al 15 de agosto en Japón.
La crisis atómica en Fukushima supuso la detención paulatina de todas las centrales del país, y solo los reactores 3 y 4 de la planta de Oi, en la prefectura de Fukui (oeste), han vuelto a ser reactivados ante el riesgo de que el suministro eléctrico resultara insuficiente en esa importante región del país.
Antes del accidente, el país asiático obtenía un tercio de la energía de la fisión nuclear, por lo que las eléctricas han debido compensar la detención de los reactores con un incremento de la actividad en sus plantas de generación térmica.
La prefectura de Okinawa está exenta de la campaña porque es la única del país en la que no hay ninguna planta nuclear.
De acuerdo a las previsiones de la Agencia Meteorológica de Japón, se espera que las temperaturas sean más altas de lo habitual en julio y agosto y que se mantengan altas en septiembre en la franja oriental del país. (EFE)