«La vie d’Adèle», una historia de amor lésbico, se lleva la Palma de Oro
Alicia García de Francisco / EFE
«La vie d’Adèle», de Abdellatif Kechiche, cumplió el domingo todos los pronósticos al hacerse con la Palma de Oro del 66 Festival de Cannes, un premio para el realizador tunecino pero también para sus actrices, las francesas Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, por «una gran historia de amor».
El mejor director fue considerado el mexicano Amat Escalante por «Heli»; el Gran Premio del Jurado fue para «Inside Llewyn Davis», de los hermanos Coen; el de mejor actor para Bruce Dern, protagonista de «Nebraska», de Alexander Payne, y actriz, la franco-argentina Bérénice Bejo por «Le passé», de Asghar Farhadi.
Pero la protagonista de la noche fue «La vie d’Adèle», que recibió un premio al que los miembros del jurado insistieron en quitar toda connotación política en un momento en el que hay muchos países con problemas sobre la cuestión de los matrimonios homosexuales, entre ellos Francia, pero que reconocieron que lanza un «fuerte mensaje y muy positivo».
Así lo señaló el presidente del jurado, Steven Spielberg, en una rueda de prensa en la que aseguró que sus decisiones no se han basado en política y que se sintieron «privilegiados de haber sido invitados a presenciar esta profunda historia de amor».
Al respecto, Exarchopoulos afirmó que «es un filme universal, es una historia de amor y no importa que sea entre mujeres, es una historia de sentimientos, de amor puro, si además puede mostrar a todo el mundo la tolerancia, mejor».
Mientras que Kechiche mostró su deseo de que esta película sea exhibida en Túnez y dedicó el premio a los jóvenes que han protagonizado la revolución tunecina, «por su aspiración de vivir con libertad, expresarse libremente y amar con plena libertad».
Los hermanos Coen, Joel y Ethan, se llevaron el Gran Premio del Jurado por «Inside Llewyn Davis», una sensible película sobre el renacer en los años sesenta de la música folk americana, protagonizada por un músico ‘perdedor’, interpretado por Oscar Isaac, un estadounidense nacido en Guatemala, que recogió el galardón en nombre de los realizadores.
Mientras que «Soshite Chichi ni Naru», del japonés Hirokazu Kore-Eda, otra de las grandes favoritas, se tuvo que conformar con el Premio del Jurado por una dulce y tremenda historia al mismo tiempo, centrada en la familia, uno de sus temas favoritos.
«Estaba preocupado porque en Cannes era la primera vez que mi película se ha proyectado. No creí que iba a ser vista en todo el mundo, es muy personal, hablo sobre problemas familiares», explicó el realizador tras recibir el premio.