Filme del director japonés podría ganar la Palma de Oro
Alicia García de Francisco / EFE
Pasado el ecuador de la 66 edición del Festival de Cannes, las películas del japonés Hirokazu Kore-Eda, el chino Jia Zhangke y el iraní Asghar Farhadi son las que más han gustado, mientras que en el lado interpretativo destacan Michael Douglas y Oscar Isaac.
Once de las 20 películas que compiten por la Palma de Oro ya han sido proyectadas y, aunque el nivel medio es bueno y algunas destacan, no ha habido ningún filme que haya suscitado el aplauso unánime ni ovaciones de la prensa especializada.
A la espera de algunos de los pesos pesados de esta edición -mañana llega Nicolas Winding Refn, el jueves Alexander Payne y el sábado Roman Polanski- la diversidad de opiniones es la tónica general en un año en el que la violencia y la familia predominan en las películas en competición.
La sociedad violenta de la China actual es el tema de las cuatro historias reales que conforman «A touch of Sin», la película de Zhangke, y la familia centra «Soshite chichi ni naru», de Kore-Eda, sobre las consecuencias del intercambio por error de dos bebés al nacer, mientras que «Le passé», de Farhadi, cuenta el proceso de destrucción de una relación y el nacimiento de otra.
No han gustado mucho «Heli», del mexicano Amat Escalante, pese a sus valores, su tremenda historia y la preciosista forma en la que está rodada; tampoco «Jeune et Jolie», del francés François Ozon, provocadora con la prostitución adolescente, ni «Jimmy P.», que Benicio del Toro y Mathieu Amalric protagonizan sobre el psicoanálisis y que cae en el tedio.
División de opiniones para la única italiana en competición, «La grande bellezza», de Paolo Sorrentino, amada y odiada a partes iguales y con claras referencias «fellinianas» en un bellísimo retrato de Roma, con un Toni Servillo estupendo pero con un gran vacío estructural y de contenido.
Y también se mostraron divididos los periodistas con «Inside Llewyn Davis», de los hermanos Coen, una historia sensible y melancólica sobre el resurgir del folk a comienzos de los sesenta en Nueva York, una historia con muchas claves internas y con una estupenda interpretación.
Oscar Isaac, nacido en Guatemala pero criado en Miami, es una de las actuaciones más destacadas en lo que va de festival, junto a un irreconocible Michael Douglas, que ha emocionado en su regreso al cine tras superar un cáncer con «Behind the Candelabra», que puede ser la última película de Steven Soderbergh.
Soderbergh ha confirmado en Cannes lo que venía diciendo en los últimos meses sobre su retirada, lo que hoy ha matizado como un «descanso» por tiempo indefinido.
Fue en Cannes donde Soderbergh se dio a conocer con su primera película, «Sexo, mentiras y cintas de vídeo» («Sex, lies and videotapes»), con la que consiguió una Palma de Oro en 1989.
Ganar otra vez sería excesivo con un filme que en Estados Unidos se estrenará en la televisión, aunque es difícil hacer quinielas sobre la decisión de un jurado muy heterogéneo.
Steven Spielberg lo preside, y, junto a él, los realizadores Ang Lee, Cristian Mungiu, Naomi Kawase y Lynne Ramsay y los actores Christoph Waltz, Nicole Kidman, Daniel Auteil y Vidya Balan.