Líder birmana se reúne en Tokio con el príncipe heredero Naruhito
La premio Nobel de la Paz birmana, Aung San Suu Kyi, fue recibida el martes por el príncipe heredero nipón, Naruhito, como parte de la visita que la líder de la oposición de su país realiza esta semana a Japón.
Suu Kyi, que ya conoció a Naruhito durante una cena en 1985 cuando ambos estudiaban en la universidad de Oxford (Reino Unido), fue recibida en el Palacio Togu, residencia de los herederos nipones, en donde mantuvieron «una charla cordial».
En su encuentro, que duró una media hora, Naruhito desveló que recuerda «con nostalgia» la cena en la que conoció a la premio Nobel de la Paz.
En su reunión, ambos subrayaron además la importancia de mantener la comunicación para fortalecer las relaciones institucionales entre ambos países.
Suu Kyi, que llegó el sábado al aeropuerto internacional de Narita, acudió también a visitar la sede del diario nipón Mainichi, donde desde noviembre de 1995 escribe periódicamente una columna de opinión titulada «Carta desde Birmania».
Más tarde, hizo una visita de cortesía al Senado, donde pudo conversar con el presidente de la cámara, antes de recorrer brevemente el hemiciclo japonés.
En el marco de su viaje, el primero a Japón en 27 años, la opositora birmana instó a las empresas niponas a incrementar sus inversiones en el país asiático, tras dejar atrás su régimen dictatorial y haber iniciado en 2011 su transición democrática.
En este sentido, reconoció que el país requiere asistencia en infraestructuras y sanidad, al tiempo que pidió la ayuda de Japón para fomentar la inversión, crear empleos y apoyarles tanto política como económicamente, detalló la agencia Kyodo.
En este sentido, el año pasado Japón fue el primer país industrializado en anunciar el reinicio de la asistencia financiera a Birmania tras la disolución de la Junta Militar, con la condonación de su deuda, valorada en 300.000 millones de yenes (2.360 millones de euros).
Suu Kyi, que trabajó como académica de intercambio en la Universidad de Kioto entre 1985 y 1986, logró un escaño en las elecciones birmanas de abril de 2012, después de haber pasado 15 años en arresto domiciliario bajo el yugo de la Junta Militar. (EFE)