Quedó detenido el lunes por un apagón
El sistema de refrigeración de las piscinas de combustible gastado de varios reactores de la accidentada planta nuclear de Fukushima Daiichi fue parcialmente restaurado el martes tras quedar detenido por un apagón, informó la empresa operadora de la central.
La avería, que probablemente responde a un problema en un panel de distribución, se produjo el lunes a las 18.57 hora local y no detuvo el sistema para enfriar los reactores dañados por el accidente del 11 de marzo.
Sin embargo, sí afectó a la refrigeración de las piscinas de combustible gastado de los reactores 1, 3 y 4.
Las piscinas, que almacenan centenares de barras de combustible nuclear a altísimas temperaturas, deben mantenerse refrigeradas con sistemas de circulación de agua para evitar que el líquido en su interior se evapore y que las barras puedan emitir radiación a la atmósfera.
Portavoces de Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la planta, explicaron en una rueda de prensa que la empresa prevé tener en funcionamiento todos los sistemas de refrigeración para el miércoles a las 8.00 hora local.
Los representantes de TEPCO explicaron que una de las dos conducciones de agua que sirven para refrigerar la piscina de combustible gastado en el edificio del reactor 4 ya bombea con normalidad y que la otra estará a pleno rendimiento a primera hora del miércoles.
La empresa tiene como prioridad restaurar primero esta piscina, ya que es la que contiene más barras de combustible.
La refrigeración de la piscina de la unidad 1 ya está de nuevo en funcionamiento, mientras que la de la 3 también funcionará con normalidad el miércoles, según la empresa.
TEPCO detalló que a las 16.00 hora local del martes las temperaturas de las piscinas se mantenían en niveles seguros (con 16 grados centígrados la del reactor 1, con 13,7 grados la del 3 y con 25 grados la del 4).
El límite que TEPCO ha establecido como seguro es de 65 grados centígrados.
El terremoto y el tsunami que golpearon el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente atómico desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones radiactivas de los reactores dañados por la catástrofe han obligado a evacuar a miles de personas que residían en torno a la planta, y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local. (EFE)