Algunos medios afirman que habrían muerto dos japoneses
El Gobierno de Japón convocó el viernes al embajador de Argelia en Tokio para transmitirle su preocupación por la situación de los secuestrados por un grupo islámico en una planta de gas de ese país, donde permanecen catorce japoneses.
Una fuente oficial confirmó a Efe que el embajador fue llamado al Ministerio de Exteriores para abordar la situación en la planta de gas en In Amenas, al este de Argelia y próxima a la frontera con Libia, donde la empresa nipona JGC tenía 78 empleados, 17 de ellos nacionalidad japonesa.
El Gobierno y JGC han confirmado por el momento que seis de los trabajadores de la empresa están a salvo, entre ellos tres japoneses -incluido uno con heridas leves-, dos filipinos y un rumano, según la televisión pública NHK.
La misma fuente indicó que los tres nipones lograron realizar llamadas telefónicas y confirmar que se encontraban bien y a salvo, sin poder ofrecer información sobre la situación del resto de sus compañeros.
Según la agencia local Kyodo, los japoneses partieron en la noche del jueves desde In Amenas con destino a Argel.
Al país norteafricano viajó el jueves el viceministro parlamentario para Exteriores, Minoru Kiuchi, a fin de seguir de cerca el secuestro y recabar información de las autoridades argelinas.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, que se encuentra en una gira por el Sudeste Asiático, ha decidido acortar su viaje y regresar a primera hora del sábado a Tokio para hacerse cargo de la respuesta de Japón a la crisis.
En Argelia, el embajador nipón se unió a los llamamientos del Reino Unido, Francia, Noruega, Rumanía y EEUU para pedir al canciller argelino que verifique de forma urgente la seguridad de los rehenes, según Kyodo.
Por su parte, el portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, lamentó en una rueda de prensa la situación en la planta de gas y subrayo que «el terrorismo nunca debe ser permitido».
Un grupo islámico armado asaltó el miércoles las instalaciones de gas de In Amena, tomó cientos de rehenes argelinos y reivindicó el secuestro de 41 extranjeros.
Según la agencia oficial argelina APS, el Ejército de Argelia lanzó una operación de rescate el jueves en la que liberó a unos 600 trabajadores argelinos y a varias decenas de ciudadanos extranjeros, sin dar detalles, aunque se ha confirmado que varios secuestrados murieron durante la misión.
Algunos medios apuntaron a que entre los fallecidos habría dos japoneses, por el momento ni el Gobierno nipón ni la empresa JGC han ofrecido información sobre este extremo. (EFE)