Escuadra japonesa derrota 3-2 al Ulsan coreano
El equipo nipón Sanfrecce Hiroshima venció al Ulsan Hyundai por 2-3 y logró el quinto puesto en el Mundial de Clubes que se disputa en Japón, gracias a dos goles del veterano delantero Sato.
A pesar de jugar con las gradas prácticamente vacías y una temperatura de apenas 7 grados, los dos conjuntos suplieron su limitada calidad vaciándose desde el primer minuto, lo que provocó hasta siete ocasiones en la primera media hora.
A pesar de que finalmente los nipones se impusieron con claridad, el azar quiso que una jugada desafortunada sirviera para que el Ulsan se adelantara en el marcador en el minuto 17.
En esa acción, un balón en largo mal despejado hacia atrás por la defensa nipona provocó la pugna entre el delantero brasileño Rafinha y el defensor Mizumoto, que en su carrera golpeó el balón hacia su propia portería inaugurando el marcador.
El gol espoleó al conjunto de Hiroshima que encajonó a los surcoreanos en su propio campo, lo que facilitaba sus peligrosas salidas al contragolpe.
Fruto de la presión, una falta en la frontal botada con maestría por Koji Morisaki permitió el remate de cabeza, libre de marca y a bocajarro, del capital Sato, el cual repelió milagrosamente Kim para dejar el rechace en los pies de Yamagishi, que fusiló en línea de gol.
Tras una primera parte muy igualada, los nipones volvieron a adelantarse en el marcador por mediación de Sato, que en el minuto 56 supo aprovechar su veteranía para acompañar a la red un centro de Koji Morisaki desde la banda izquierda.
Noqueado por el gol, el Ulsan se vio arrollado por los locales, que volvieron a ver puerta en el minuto 72 tras una jugada en la que Takahagi, con algo de fortuna, recortó en el área y le regaló a Sato, que solo tuvo que empujarla, su segundo tanto de la noche.
Tras un final aparatoso con alguna entrada fea y algún rifirrafe, en el minuto 95 un gol del defensor Lee Yong acortó de manera anecdótica el marcador, ya que tras el tanto el árbitro decretó el final. (EFE)