Los residentes brasileños de Yaizu, en Shizuoka, aún lamentan el crimen cometido el pasado 22 de noviembre por su compatriota Robson Higashi, 27 años, quien mató a cuchilladas al peruano Pedro Watanabe de 37 años. Aún recuerdan el triple asesinato cometido por otro brasileño hace seis años y temen que con el nuevo caso los japoneses los discriminen por temor.
Guilherme Alves de Souza vive en Yaizu desde hace 21 años y afirma que desde el pasado jueves la situación en la ciudad está complicada. Sostiene que el vecindario siente miedo de los extranjeros.
Un día después de la muerte del peruano, Alves cuenta que fue a cortarse el cabello y que el japonés de la barbería le preguntó asustado sobre el hecho. “A todo sitio donde voy las personas reaccionan así. Es malo para nosotros, para los extranjeros en general”, expresa.
Rodrigo Bernardino Leite, otro antiguo residente en la ciudad, también asegura que los japoneses “quedaron con miedo hacia nosotros”. Cree que a partir de ahora la relación con los japoneses de Yaizu será más difícil.
EL CASO
Robson Higashi, conocido como “Gordinho” y acusado del asesinato del jueves pasado, vivía en un edificio con ocho apartamentos localizado en el barrio de Tajiri-cho. Compartía la vivienda número 201 con un amigo brasileño que estaba trabajando cuando ocurrió el hecho.
En el edificio llamado «Casa Marinheiro» todos los vecinos son estranjeros – filipinos, chinos y brasileños – que han contado algunos detalles de la pelea que comenzó en la escalera de la residencia de dos pisos. Todo empezó alrededor de las 18.30hrs.
El peruano Watanabe recibió varias cuchilladas en la escalera e intentó huir por la calle perseguido por “Gordinho” que alcanzó a su víctima frente a un restaurante japonés a pocos metros del edificio. Allí le asestó una cuchillada mortal en el cuello. Pedro falleció antes de recibir asistencia médica. Inmediatamente llegó la policía y el brasileño fue detenido en ese mismo lugar.
Víctima y atacante eran amigos, antiguos residentes en Yaizu. Trabajaban en la procesadora de pescados Minami Shokuhin.
El trabajo de ambos estaba en diferentes áreas y sus compañeros no creen que la razón de la fatal pelea haya sido por trabajo. Cuentan que Robson y Pedro se llevaban bien y estaban siempre juntos en los días de descanso.
El brasileño vive en la ciudad desde niño. Hace años su padre y hermano volvieron a Brasil y él quedó solo. No se pudo hallar mucha información acerca de los dos en las redes sociales. En Facebook no tienen fotos en el perfil y pocos amigos.
Robson participa en Facebook en un grupo llamado “O Tédio Me Ama”, que según los compañeros de trabajo, reflejaba la rutina de “Gordinho” que se limitaba a ir de la casa al trabajo.
El día del crimen los dos salieron de la fábrica alrededor de las 17 horas. Pedro vivía en otro lugar y al atardecer fue hasta la “Casa Marinheiro” para reclamar a Robson sobre el asunto que generó la pelea y su muerte.
Rodrigo Leite conocía a los dos. Trabajó con Pedro durante más de un año y no sabe qué pudo haber ocurrido con Robson. “Ha sido una fatalidad entre dos amigos, una cosa que nadie puede entender”, lamentó.
CRIMEN PASIONAL
La policía de Yaizu aún está investigando el caso y al menos no confirmó la información de que ambos estarían envueltos en el consumo de drogas. Compañeros de ambos creen que el crimen puede haber sido pasional.
El peruano tenía relación con una joven brasileña de 21 años que se habría envuelto con Robson Higashi.
Los padres de la chica viven en Seto, Aichi, y estuvieron en la policía el viernes 23.
La madre de la brasileña no quiso comentar detalles de la relación entre su hija y los implicados, pero dijo que la había acompañado para reconocer el cuerpo de Pedro. Ellas vieron el reporte policial que indica que Pedro recibió 30 cortes de cuchillo.
Se supo que Pedro Watanabe tenía en el bolsillo la tarjeta bancaria y las llaves del apartamento de la chica.
La víctima tiene familiares en Yaizu y alrededores, pero han evitado dar declaraciones por recomendación de la policía, declaró su hermano a IPCTV.
El cuerpo de Pedro Watanabe fue entregado por la policía el viernes por la tarde. El velorio fue por la noche y la cremación se realizó el fin de semana.
No es la primera vez que la policía de Yaizu registra un caso de homicidio que envuelve a un brasileño. Hace seis años Edilson Donizete Neves conmovió a la ciudad cuando asesinó a su conviviente, Sonia Aparecida Ferreira y a los dos hijos menores de la mujer, Hiroaki y Hiroyuki. Un mes después del hecho Neves huyó a Brasil y aún no ha sido sentenciado.
SOBRE YAIZU
Es uma ciudad de tradición pesquera. Su principal mercado es incluso una atracción turística para visitantes de toda la región.
Yaizu tiene apenas 140 mil habitantes de los cuales 2 mil son brasileños, la mayoría de ellos empleados por la industria pesquera.
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