Sony, Sharp y Panasonic enfrentan creciente competencia de Corea del Sur
Javier Picazo Feliú / EFE
Las multinacionales Sony, Sharp y Panasonic cerraron con números rojos el primer semestre fiscal nipón, en un reflejo de las dificultades que atraviesa este sector en Japón ante la fortaleza del yen y la creciente competencia de Corea el Sur.
En el caso de Sony, el agresivo plan de su nuevo presidente, Hazuo Kirai, empieza, sin embargo, a dar sus resultados y ha logrado recortar sus pérdidas durante estos seis meses, de abril a septiembre, en un 5,7 % interanual hasta los 386 millones de euros.
Desde que el año pasado reportara más de 4.400 millones de euros de pérdidas, en su cuarto ejercicio consecutivo en negativo, la tecnológica puso en marcha una estrategia para este 2012 que prevé 10.000 despidos, cerca del 6 % de su plantilla, recortes de gastos y el refuerzo de sus divisiones de electrónica.
Con el plan, el grupo busca salir de los números rojos este mismo año. En los seis primeros meses del año fiscal 2012, Sony ha visto caer las ventas de sus divisiones tradicionales como videojuegos, imagen digital o televisores y otros dispositivos audiovisuales, lo que le ha llevado a buscar el rendimiento en otros segmentos y reinventarse para remontar el vuelo.
De este modo, han salvado sus ingresos otros sectores menos conocidos como el de servicios financieros, bancarios y de seguros, y, sobre todo, el de dispositivos móviles y comunicación.
El complejo escenario de negocio por la crisis en Europa y la desaceleración económica, unido a la persistente apreciación del yen, han afectado gravemente a las principales empresas exportadoras japonesas, un pilar que sustenta el 40 % del PIB del país.
Los casos de Sharp y Panasonic también son muestras claras de la compleja situación por la que pasan las tecnológicas niponas, después de que ambas hayan presentado pérdidas multimillonarias en los seis primeros meses del año fiscal y no tengan perspectivas de levantar cabeza, al menos durante 2012.
Sharp, que en septiembre cumplió su centenario, se ha visto «traicionada» por los televisores, un aparato que introdujo en los hogares japoneses en 1953 y cuyo deterioro le ha llevado a poner en marcha severas medidas de reestructuración y a apostar en su lugar por el prolífico negocio de pantallas para «smartphones».
En su paso firme hacia el ocaso, el sector de los televisores de pantalla LCD de Sharp cayó en el primer semestre un 43,4 %, ante el retroceso de la demanda doméstica y del mercado chino, primer destino de las exportaciones niponas y cuyos intercambios se han enrarecido últimamente debido a una histórica disputa territorial.
Por su parte, Panasonic se desplomó el jueves casi un 20 % en la Bolsa de Tokio después de anunciar que multiplicó por cinco su pérdida neta entre abril y septiembre.
Panasonic, inmersa al igual que el resto en un estricto plan de reestructuración, se ha visto también arrastrada por el saturado segmento de televisiones, y dibuja un inminente y obligado punto de inflexión de su negocio que apunta hacia el novedoso e inexplorado sector de los productos de bajo consumo y los paneles solares.