La única excepción es Tohoku, que crecerá impulsada por la reconstrucción
El Banco de Japón (BOJ) revisó a la baja, por primera vez desde 2009, la evaluación de ocho de las nueve regiones del archipiélago nipón afectadas por la incertidumbre económica global, sobre todo por la crisis en Europa y la recuperación de EEUU.
En su informe trimestral, el BOJ degradó por primera vez desde la crisis de Lehman Brothers (en septiembre de 2008) su nota de todas las regiones de Japón con la única excepción de Tohoku (la zona nororiental del país arrasada en marzo de 2011 por un tsunami), que mantendrá su crecimiento impulsada por la reconstrucción de las áreas afectadas.
El gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, subrayó la necesidad de prestar «plena atención» a los efectos que la crisis en la eurozona pueda tener en Japón a través de los mercados financieros y de capitales.
«Sigue existiendo un alto grado de incertidumbre en la economía mundial, incluyendo las perspectivas del problema de deuda europea» y de «la recuperación de la economía estadounidense», detalló Shirakawa.
A pesar de que en estos momentos tanto las exportaciones como la producción industrial de Japón se encuentran relativamente débiles por la crisis, la demanda interna ha mantenido su fortaleza impulsada por las labores de reconstrucción del noreste del país, recalcó.
En sus previsiones para la economía nipona, el gobernador del BOJ reiteró su esperanza de que esta regrese a «la senda de la recuperación moderada» para salir de la fase de desaceleración en la que se encuentra.
En cuanto a la posibilidad de que el BOJ adopte nuevas medidas de flexibilización monetaria en su próxima reunión, el 30 de octubre, se limitó a señalar que se está promoviendo «una poderosa flexibilización monetaria» encaminada a fortalecer las bases para el crecimiento económico.
Confirmó que probablemente se mantendrán durante algún tiempo los tipos de interés, actualmente entre el 0 y el 0,1 %, mientras se proseguirá con la flexibilización a través de su programa de compra de activos, principal instrumento del emisor para inyectar liquidez al sistema.
Este programa cuenta actualmente con un fondo de 80 billones de yenes (770.100 millones de euros), después de que en septiembre se decidiera ampliarlo en 10 billones de yenes (unos 96.260 millones de euros). (EFE)