Cientos de policías intentan mantener a raya a los manifestantes
Un fuerte cordón de seguridad de centenares de policías antidisturbios rodea hoy la Embajada de Japón en Pekín, frente a la que miles de manifestantes chinos se concentran para corear lemas antinipones y arrojar objetos como botellas y huevos.
Los manifestantes se encuentran desde primera hora de la mañana frente a la Embajada para reclamar la soberanía china de las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés), que se disputan Tokio y Pekín, y para conmemorar el aniversario del llamado «incidente de Mukden», que abrió la puerta a la ocupación japonesa del territorio chino de Manchuria en 1931 y a la segunda guerra entre los países.
Ese incidente está considerado en China como un momento de humillación para el país.
Muchos de los manifestantes portan retratos del que fuera líder chino Mao Zedong, mientras otros llevan pancartas en las que se leen lemas como «Mao, despierta», «Las Diaoyu son chinas», «Protejamos las Diaoyu», «Que le den a Japón», «Japón, enanos», «Recordemos el incidente de Wukden».
Los manifestantes arrojan proyectiles como botellas o huevos contra la Embajada, cuyas calles de alrededor han quedado cortadas al tráfico.
Después de que las manifestaciones antijaponesas, que transcurren desde hace siete días, se tornaran violentas el fin de semana, la Policía china ha lanzado un fuerte despliegue de seguridad en torno a la legación diplomática, sobre la que sobrevuelan helicópteros.
A través de altavoces, las fuerzas del orden instan a los concentrados a mantener la calma y evitar la violencia.
Manifestaciones similares se desarrollan en otras ciudades del país, como en Shanghái o Chengdu. (EFE)