Goleador colombiano brilló en el 4-1 sobre el Chelsea
Jenaro Lorente / EFE
Al término del partido, los seguidores del Atlético Madrid contaban los minutos que restaban para el cierre del mercado estival. Eufóricos y ufanos por el tremendo baño al campeón de la Champions, los aficionados suspiraban porque nadie se atreviese a última hora a arrebatar al, seguramente, mejor delantero de su historia.
Porque Radamel Falcao rompió con su «hat trick» todos los registros. El partido del colombiano fue inmejorable, lo mismo que su efectividad. Sus tantos le han dado al Atlético dos títulos en su primera temporada como rojiblanco. Dos al Athletic de Bilbao, en Bucarest, en la final de la Liga Europa el pasado mayo y tres ante el Chelsea en Mónaco.
Los cinco, espectaculares, han dado la vuelta al planeta y le han catapultado como uno de los mejores nueves del mundo. Y le han concedido dos éxitos europeos al Atlético en otro año (2012) para enmarcar. Para eso se ficha a los goleadores, para que marquen en las finales y lleven los trofeos a las vitrinas de sus equipos.
Falcao lo ha hecho, y de qué manera, y ha rentabilizado totalmente el dinero invertido por él.
Ahora, la tarea del Atlético será la de retenerlo muchos años en sus filas. La afición no quiere reeditar otro capítulo como el vivido con el Kun Agüero. Al argentino pocos le añoran ya en el Calderón. Falcao ha conseguido borrarle de sus mentes, pero el colombiano necesita jugar la máxima competición europea. Un «killer» como él debe estar en el mejor escaparate y los rojiblancos deben centrarse esta temporada en lograr la clasificación.
Pero eso es futuro. El presente es que Radamel se confirma en el estrellato mundial y como infalible en las finales que disputa. Tres de tres. Ganó la Liga Europa en 2011 anotando el tanto del triunfo de su equipo, el Oporto, ante el Sporting de Braga, y volvió a hacerlo este año por partida doble en el Atlético. Cinco tantos para la historia.
Falcao firmó el segundo «hat trick» en el palmarés de la Supercopa de Europa. El primero lo hizo Terry McDermott en 1977 en el 6-0 que el Liverpool le endosó al Hamburgo en el partido de vuelta. Además, el colombiano rubricó en el minuto 6 el tanto más rápido en una final de la Supercopa de Europa superando al entonces sevillista Renato, que goleó en el minuto 7 en 2006.
Falcao tocó el cielo el último día de agosto. El tigre engulló al niño Torres en su duelo particular. Se lo tragó a él y a todo el Chelsea y redondeó para el Atlético dos años mágicos, los transcurridos de 2010 a 2012, con cinco finales y cuatro títulos europeos. El Atlético está de moda y Falcao también.