Fabricante japonés deposita esperanzas en sus nuevas consolas, 3DS LL y Wii U
Andrés Sánchez Braun / EFE
El fabricante de videojuegos Nintendo anunció una pérdida neta de 182 millones de euros entre abril y junio a causa del encarecido yen y a unas ventas peores de lo esperado, aunque confía en retornar pronto a beneficios gracias al lanzamiento de dos nuevas consolas.
Los esfuerzos para reducir costes en la producción del que por el momento es su producto estrella, la consola portátil Nintendo 3DS, ayudaron a que los números rojos de este trimestre fueran menores que los registrados en el mismo periodo de 2011, cuando perdió 25.516 millones de yenes (269 millones de euros).
Las escasas ventas de la consola DS, con unas prestaciones inferiores a la 3DS, y de la Wii, que también ha perdido atractivo para el usuario dado el inminente lanzamiento de la Wii U, contribuyeron a engordar los datos negativos entre abril y junio, primer trimestre del año fiscal nipón.
En este periodo, la compañía solo logró colocar en todo el mundo 1,86 millones unidades de 3DS, menos de lo esperado, principalmente por la caída de las ventas en Europa y EEUU, dos mercados afectados por la crisis.
Aunque la cifra es superior a la del mismo trimestre de 2011, Nintendo ha ingresado menos porque rebajó el precio de la 3DS el año pasado y porque el yen se ha fortalecido, lo que ha recortado sus beneficios, que proceden en más de un 60 por ciento del extranjero, a la hora de repatriarlos.
Ello hizo que sus ingresos por ventas quedaran en 84.813 millones de yenes (896 millones de euros), un 9,7 por ciento menos que entre abril y junio de 2011.
La fortalecida divisa nipona fue también uno de los factores decisivos para que la desarrolladora de Kioto cerrara en marzo de 2011 el primer ejercicio fiscal en pérdidas de su historia.
Sin embargo, Nintendo se ha encomendado al lanzamiento de la 3DS LL, una versión mejorada de la 3DS con pantallas más grandes, más memoria y una batería con mayor duración, y sobre todo de Wii U, la primera consola doméstica de la octava generación, para volver a beneficios al término del presente año fiscal.
El lanzamiento de su nueva portátil se producirá este sábado, mientras que Wii U, que además de emplear la tecnología de captura de movimiento de Wii incorporará gráficos en 1080p y un mando con pantalla táctil de 6,2 pulgadas como la de las tabletas, saldrá al mercado entre octubre y diciembre de 2012.
La feria E3 del pasado junio en Los Ángeles sirvió para comprobar la confianza que Nintendo tiene depositada en este aparato y en su sofisticado mando táctil, que también incluye una cámara de vídeo, un micrófono para chat y permite que los usuarios jueguen (o vean películas) indistintamente en el televisor o en el propio mando.
Durante ese evento, la corporación presidida por Satoru Iwata dejó claro que Wii U también irá destinada a los jugadores habituales, ya que contará con títulos superventas de terceros desarrolladores que van desde «FIFA 13» hasta «Mass Effect 3».
Por ello, Nintendo mantiene las previsiones que publicó en abril para este año fiscal, en el que espera que ambos aparatos ayuden a lograr unas ventas por 820.000 millones de yenes (8.662 millones de euros), un 26,6 por ciento más que en 2011, y un beneficio neto de 20.000 millones de yenes (211 millones de euros).
Sin embargo, la compañía ha empleado para trazar estas estimaciones unos tipos de cambio en los que el dólar se intercambia por 80 yenes y el euro por 105, muy por debajo de lo que refleja el mercado de divisas en las últimas semanas.
De este modo, al margen del éxito que puedan tener sus dos nuevos productos, el gigante de los videojuegos nipón deberá permanecer muy atento a los movimientos del yen en los próximos meses y a los efectos que puedan tener sobre sus resultados.
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