Parlamento de Japón aprueba los presupuestos generales para 2012 con el rechazo de la oposición

Según analistas, actitud de opositores supone una protesta contra propuesta de incrementar impuesto al consumo

El Parlamento japonés aprobó los presupuestos generales para el año fiscal 2012, que comenzó el 1 de abril, por valor de 90,33 billones de yenes (835.305 millones de euros), y a pesar del rechazo de la oposición.

Al igual que sucedió en 2011, los presupuestos fueron aprobados con el rechazo de la Cámara Alta nipona, controlada por la oposición, y después de que el Gobierno tuviera que aprobar el pasado viernes un presupuesto de emergencia para poder iniciar con un partida presupuestaria este año fiscal.

Los presupuestos generales fueron aprobados a la fuerza gracias a que la Constitución japonesa estipula la preeminencia de la Cámara Baja, controlada por el gobernante Partido Democrático (PD), en caso de desacuerdo en leyes de relevancia como las presupuestarias.

Sin embargo, el Gobierno japonés podría afrontar dificultades a la hora de aplicar el nuevo presupuesto, ya que parte de los gastos los pretende cubrir con la emisión de deuda, que asegura cerca del 40 por ciento de su financiación, para lo que necesitará aprobar una nueva ley con el respaldo de la oposición.

De este modo, se espera que el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, busque el apoyo de algunos de los partidos de la oposición para poder aprobar la ley que habilita la financiación de los presupuestos, y que requiere el respaldo de dos tercios del Senado, detalló la agencia local Kyodo.

Además se prevé que la oposición inste a Noda a disolver la Cámara Baja y convocar elecciones anticipadas a cambio de aprobar la ley que permita aplicar el nuevo presupuesto general.

Según los analistas, el rechazo supone también una protesta contra la ambiciosa reforma fiscal que pretende Noda, que incluye una subida del IVA aprobada ya por su Gabinete.

Con la medida el Gobierno contempla, entre otras cosas, aumentar el impuesto sobre el consumo del 5 actual al 10 por ciento para 2015, con el objetivo de recortar el enorme deuda pública del país, la mayor de un país industrializado. (EFE)