Escuche a su hija, si comparte ese sentimiento de culpa verá que la situación cambiará, aconseja la psicóloga Tanaka.
Por la psicóloga Nélida Tanaka*
Consulta: “No sé que hacer, de nuevo me llamó la profesora diciendo que mi hija se había robado los dulces de una tienda, otros niños la habían visto cuando se los metía al bolsillo. Es la segunda vez que está haciendo esto. Ya le hablé tantas veces que no debe coger las cosas que no son suyas, le hablé a las buenas, le dije el porqué, le expliqué que si sigue así algún día tendría que entrar a la cárcel. Esta vez tuve que darle con la correa, porque no hizo caso; después me miró muy feo, esto me dolió, pero lo hice porque me preocupa su porvenir. Mi marido me dice que la deje, que ella va a pensar, que ya no es una chiquilla, él no comprende lo difícil de la situación, él no ha escuchado cómo la profesora me recriminaba diciéndome que no la puedo controlar.
Bueno, hasta un punto es cierto. Vivimos separadas de ella por bastante tiempo, la tuvimos al cuidado de mi mamá en Lima. Mi marido y yo nos venimos al Japón cuando ella tenía dos años. Pero siempre la llamábamos y fui dos veces para estar con ella por un tiempo. Finalmente la trajimos el año pasado, cuando cumplió los 6 años. Me dice que extraña mucho Perú, que se quiere regresar, pero me preocupa porque mi mamá ya está de edad. No sé que hacer.”
Respuesta: Qué preocupada la debe tener esta situación, en especial porque se ha repetido, no? Primero tranquilícese, ustedes están prestándole atención por el hecho de preocuparse por ella. El mismo hecho de consultar muestra que sí está tratando de hacer algo para arreglar la situación. Los hijos se tranquilizan cuando los padres les prestamos atención.
Luego, ¿no será que se está culpando demasiado por haberla dejado de pequeña?. La comprendo, remuerde el hecho de no haber estado al lado de ella compartiendo todos sus momentos. Sin embargo, la vida algunas veces nos enfrenta con situaciones a las que debemos encarar, pero no siempre con la decisión más satisfactoria. Ciertamente es difícil traer a los hijos a un país desconocido al que uno viene para trabajar con la incertidumbre de no saber qué hacer con los hijos mientras uno está laborando.
Habrá sido dura la separación, pero su hija ha estado en buenas manos, es su madre quien la veía. Sin embargo, si se tiene la tarea de llenar el vacío de los años separados, en cierto sentido, hay que aprender a ser padres, algo que los hijos nos enseñan. Ahora la vida le está dando la oportunidad de concentrarse en ella. Escuche cómo lo hizo, escuche sus razones, un poco de humor ayuda, pero si ella no le quiere decir nada, no la fuerce. Creo que todos hemos tenido momentos en que nos vino la tentación y cogimos algo aún sabiendo que eso no se debe hacer. Tranquilice a su hija, dígale que le comprende, que todos hemos tenido estos instantes, si usted le cuenta alguna experiencia propia que haya tenido, verá que la libera de un gran peso. Ella siente culpa también.
Si su hija se siente comprendida y pueden compartir este sentimiento de culpa, verá que la situación cambiará. Algunas veces los hijos hacen algo para atraer la atención de los padres inconscientemente. Es necesario hacer frente a lo que nos presentan, así también aprendemos a ser padres; ellos sentirán nuestro amor cuando tomemos las riendas y afrontemos la situación en serio. Finalmente, tal vez esté un poco resentida hacia su esposo porque sintió que no tomaba la situación en serio. En cierto sentido él tiene la razón al decir que su hija también pensará. De todos modos, lo necesario es que ella sienta el interés de los padres; hable con él y afróntenlo juntos.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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