El nuevo 787 Dreamliner del fabricante estadounidense Boeing descansa desde el miércoles en los hangares de la compañía nipona All Nippon Airways (ANA), la primera del mundo en contar con el flamante aparato tras tres años de retrasos.
La comercialización de este avión está destinada a encaminar la industria aeronáutica a un modelo de negocio más sostenible y pone alto el listón para el principal competidor de Boeing, el consorcio europeo Airbus, cuya respuesta al 787 será el también ecológico A350.
A primera hora de la mañana la tripulación formada por el capitán Hideaki Hayakawa y los pilotos Kazushige Higami y Soichiro Arimura aterrizaban en el aeropuerto tokiota de Haneda tras un vuelo «tranquilo» desde Seattle con el que completaron la entrega del primer Dreamliner.
Se trata de un aparato que «puede cambiar el curso del negocio de las aerolíneas», afirmó el capitán, que destacó lo silencioso que es a los mandos, su estabilidad y la posibilidad de realizar ajustes más completos que en otros modelos.
«Es un gran honor haber participado en este vuelo histórico», añadió Hayakama en una rueda de prensa organizada en el aeropuerto de Haneda tras completar la entrega ante más de un centenar de medios de comunicación.
A pie de pista esperaba el presidente de ANA, Shinichiro Ito, que destacó que tras ser los pioneros en contar con esta «revolucionaria aeronave», de la que han encargado otros 54 aparatos, ahora su objetivo es efectuar los «últimos preparativos para el primer vuelo con pasajeros».
ANA realizará el vuelo inaugural con pasajeros el próximo 26 de octubre desde el aeropuerto de Narita, en Tokio, hasta Hong Kong, mientras espera regularizar las rutas de este modelo en noviembre con conexiones locales.
A primera vista el nuevo modelo Dreamliner es de diseño atrevido y muy aerodinámico, en el que destaca el acabado de sus enormes motores Rolls Royce Trend 1000, que logran reducir el peso de la aeronave y permiten un ahorro del 20 por ciento en el consumo y en sus emisiones de dióxido de carbono.
Pese a su esqueleto compacto desde el exterior, la cabina descubre un espacio amplio, muy bien optimizado, con maleteros con mayor ocupación y techos altos dotados de luces LED azules que crean un ambiente relajante.
Sus dos pasillos de moqueta azul corporativo abren paso a tres hileras de butacas que, si bien en la clase económica no gozan de mucho espacio en su habitáculo, vienen dotadas de las últimas tecnologías con pantallas individuales con mando y ranuras para puertos usb.
Mención aparte merecen sus ventanas, hasta 1,3 veces mayores que las de una aeronave normal, que sustituyen los mecanismos manuales de apertura por dispositivos digitales con distintos niveles de opacidad para atenuar la luz exterior.
Según informó a Efe un portavoz de ANA, la compañía tiene previsto recibir hasta marzo de 2012 11 aeronaves más de este modelo, del que Boeing cuenta con más de 825 pedidos de 57 países.
El avión, con un coste aproximado de 185 millones de dólares, busca competir en el mercado con el Airbus A350 europeo en el segmento de transporte de larga distancia. (Javier Picazo / EFE)
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