Es importante ser sinceros con los hijos y también darles la oportunidad de expresar sus sentimientos de pena, rabia, impotencia, para que puedan superar el trance de la separación, dice la psicóloga Tanaka.
Por la psicóloga Nélida Tanaka*
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«Me siento tan despechada, tan dolida, tan herida que no sé que hacer. Cómo mi marido me ha podido engañar tan impunemente por todos estos años y yo sin saberlo. Nos engañó a mí y a mi hijo y no puedo perdonarlo, no hay ninguna otra alternativa que divorciarnos. Ahora estamos en proceso, nos peleábamos todo el tiempo, hasta los vecinos se quejaron de nuestros gritos; ni me vino a la mente qué pensarían, estaba ofuscada para que me dé sus razones, ya no me importaba nada. Ahora él salió de la casa, ya no hay los gritos pero me duele que mi hijo, aún desea que su padre vuelva. Le hablo del porqué nos estamos separando, pero no sé, parece que no comprende, si ya tiene 11 años, no sé cómo hacerle comprender que ya no podemos volver al pasado”.
Respuesta: Habrá sido muy doloroso descubrir lo de su marido, muchos aspectos y detalles que siguen clavando espinas en su corazón, muchas emociones enredadas y no digeridas. Imagino que todavía habrá bastante que hablar con su marido para que finalmente puedan llegar a un acuerdo, tal vez un proceso que tardará un poco de tiempo. Hay todavía muchas cosas no resueltas.
En esta ocasión, como me pide, concentrémonos en los hijos, qué podemos hacer para aminorar el impacto de las separación de sus padres.
Es importante ser sinceros con los hijos, no darles esperanzas falsas si no son posibles. Pónganse de acuerdo sobre qué aspectos van a comunicar a sus hijos. Traten de dar explicaciones que sean lo más simples y comprensibles posibles, no los enreden en todos los detalles y conflictos por los que hayan pasado. Aunque es difícil cuando uno se ha sentido muy herido tratar de evitar criticar a la pareja.
Si se siente demasiada herida, despechada, trate de expresar sus sentimientos a alguien en quien confía, alguien que le pueda escuchar.
Si todavía los padres no llegaron a un acuerdo y están en medio de conflictos, no deben envolver a sus hijos en esta encrucijada, ellos no pueden hacer nada y tan solo los martirizamos. En este sentido ha sido bueno que su marido haya salido de la casa para que el niño no esté presenciando las disputas y las emociones cruzadas entre ustedes.
Para los hijos, a pesar de todo lo que haya habido entre los padres, ellos son únicos, tanto el papá como la mamá. Es importante entonces que cada uno pueda ejercer su papel de padre y madre aún después de la separación, apoyando al niño, viendo su desarrollo, sus intereses, sus preocupaciones.
Algunas veces los niños se sienten culpables por la separación de los padres, en especial si hay divergencia de opinión por los hijos. Será aconsejable decirles directamente que ellos no tienen por qué sentirse culpables, al contrario, hagan que los niños se sientan amados y necesitados.
Cuando los acuerdos concretos estén decididos, se debe hablar con los hijos. Con quien vivirán, cuan frecuentemente podrán verse, si van a tener que cambiar de escuela, ser concretos y simples, respondiendo a las dudas que tengan.
Los padres deben saber escuchar a sus hijos, permitir que puedan expresar sus miedos, sus dudas, sus tristezas, rabia, impotencia, puede que les choque lo que los hijos les digan, sin embargo, es como ellos se sienten. Darles la oportunidad de que sean abiertos y sinceros con sus sentimientos es de suma importancia para que ellos puedan sobrepasar esta experiencia, esta gran pérdida. No se pongan a la defensiva, no los callen justificándose, porque así tratan de calmar sus sentimientos de culpa hacia sus hijos pero no los ayudan. El amor que tienen hacia sus hijos les dará la fortaleza para afrontarlo, véanlo a largo plazo.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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