Es positivo que ahora esté siendo sincera con su pareja, hable con él, hable con su hijo, tenga serenidad, las respuestas están dentro de usted, dice la psicóloga Tanaka.
Por Nélida Tanaka*
Estoy en una gran duda, no sé si valdrá la pena continuar con mi pareja. Tuve un matrimonio horrible, aguanté mucho, pero ya no pude más, ni quiero recordarlo. Cuando me divorcié pensé que nunca me volvería a casar. Me deshice por mi hijo, hice todo para que no le falte nada pero recientemente está malhumorado, me contesta, hasta me dijo que me separara, que le molesta vernos gritándonos siempre. Me duele que me critique, siempre fue muy cariñoso conmigo, nunca pensé que él me daría la contra. Pensé que mi hijo sería siempre mi aliado aún cuando tenga al mundo en contra mía. Pero cierto, me peleo mucho con mi pareja ahora. Quise darle un padre y empecé a salir con él. La condición más grande era que quiera a mi hijo, por suerte ellos se llevaban bien. Hasta me sentía algunas veces de sobra (risa)! Pero también él es muy rígido, quiere que las cosas se hagan a su manera, traté de amoldarme para que la relación vaya bien, ya me cansé y ahora ya le digo lo que pienso, pero parece que esto está causando fricciones y está estresando a mi hijo, no quiero causarle peso ya que entró al chugakko y se tiene que adaptar. ¿Qué debo hacer?
Consulta:
Respuesta: Creo que está en unos momentos muy importantes en su vida. Usted siempre se desvivió por otros, pero también hay una personita dentro de usted que tiene derecho de vivir, de poder decir lo que siente para que pueda dar gracias a la vida. Su hijo entró al chugakko (secundaria básica), me imagino que tendrá unos 13 años. Para él es tiempo ya de que empiece a dar sus opiniones, aun cuando éstas difieran de las suyas. Claro que duele cuando nos dan la contra, pero piense un momento, muchas veces nos están diciendo la verdad. Por otro lado, considere que su hijo está en un nuevo ambiente, niños de varias escuelas primarias entran al chugakko, se tienen que adaptar a algo diferente, eso trae sus esfuerzos y sus tensiones. Pasaron algunos meses pero todavía está en proceso de adaptación, lo cual causa estrés. Y como sabrá, el ser humano se vuelca en la persona más íntima, tenga la serenidad de observar y vea qué hay detrás.
Por otro lado, volviendo a usted, dése el tiempo para pensar, qué es lo que le atrajo personalmente de él ademas de las relaciones con su hijo. ¿Tiene valores comunes? ¿Lo puede respetar como persona? ¿Qué atractivo tiene? ¿Se puede imaginar tener una vida con él cuando estén ancianos? Pensándolo bien, al final de cuentas, los hijos algún día se van, y tiene que ser así para que ellos puedan labrar su futuro.
Las relaciones no duran cuando un bando se está aguantando todo el tiempo. En ese sentido es positivo que ahora usted esté siendo más sincera con él, aunque esto algunas veces dé lugar a peleas. Tal vez tanto su hijo como su pareja no estén acostumbrados a esto, pero vea, hable también con su pareja, de qué va el cambio que está ocurriendo en usted. Algunas veces es bueno dejar lo cotidiano para hablar de uno mismo como ser humano. Vea como reacciona él, escúchelo también, algunas veces nos damos cuenta por qué somos así cuando nos analizamos con respecto a nuestra historia personal. ¿Piensa que vale la pena? ¿Es más que un padre para su hijo? Las respuestas están dentro de usted.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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