No le temen a la radiación porque ya son mayores
Son jubilados, pero aún tiene mucho que aportarle a su país. Yasuteru Yamada, un ingeniero de 72 años, encabeza a un grupo de aproximadamente 200 jubilados que se han ofrecido como voluntarios para trabajar en la planta nuclear de Fukushima, seguramente el empleo menos envidiado del mundo.
Los retirados han formado el Cuerpo de Veteranos Especializados. Todos tienen más de 60 años.
No, no están locos ni son kamikazes, sino patriotas que quieren trabajar por su país en estos momentos difíciles.
“No somos kamikazes, los kamikazes no calculan el riesgo. Ellos van a morir, nosotros volveremos”, afirma Yamada, entrevistado por la cadena británica BBC.
El ingeniero jubilado no le tema a la radiación. “Tengo 72 y la probabilidad de vivir entre 13 y 15 años más. En el caso de que la radiación me afecte, el cáncer tardaría entre 20 y 30 años en aparecer”, subraya.
Michio Ito, un exprofesor de primaria que actualmente trabaja en una cafetería, es otro de los veteranos voluntarios.
“No me considero especial. La mayoría de japoneses tiene ese sentimiento solidario. La pregunta es si das un paso adelante o te quedas atrás mirando. Dar ese paso requiere agallas, pero yo pienso que será una gran experiencia”, manifiesta sin titubear.
Entre los jubilados, hay muchos ingenieros e incluso un cantante y dos cocineros, quienes –dice Yamada con humor– podrían servir para entretener y contentar el estómago de los voluntarios.
Yamada asegura que está en forma y que tiene toda una experiencia de vida que aportar.
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